Rosarino que dirigió una gran unidad de transporte en EE.UU opinó sobre los dilemas locales

Durante 12 años estuvo al frente de la Autoridad de Transporte de San Francisco

Un rosarino que dirigió la Autoridad de Transporte de San Francisco, Estados Unidos, opinó acerca de las transformaciones que debería encarar Rosario para mejorar su sistema en línea con las principales ciudades del mundo. 

Se trata de José Luis Moscovich, que vive hace más de 40 años en San Francisco y tuvo a su cargo entre 2001 y 2013  el ente que maneja el plan estratégico, la financiación de las obras y la renovación de flotas del transporte urbano de una metrópoli de casi un millón de habitantes. Además, fue Presidente de la Junta de la Fundación de Transporte de California entre 2006 y 2008. También fue miembro de la Junta Consultiva del Programa de Transporte y Uso de la Tierra de Lake Arrowhead en UCLA. y en el Consejo Asesor del Centro de Transporte de la Universidad de California.

De visita por la ciudad e invitado por el programa televisivo Así Estamos (martes, a las 22, por Somos Rosario), el rosarino apuntó que los principales problemas que están enfrentando los formatos de transporte en el mundo es la irrupción de nuevas tecnologías con marcos regulatorios obsoletos, lo cual se observa en la tensión existente en la convivencia de aplicaciones como Uber o Cabify con el sistema de taxis, y las quejas que se acumulan por parte de los usuarios. 

“Uber ha destruido la industria del taxi (en EE.UU), pero no surge de la nada, si no de una disconformidad de los pasajeros y de que los dueños de las licencias no tenían ningún tipo de incentivo para brindar un buen servicio”, dijo Moscovich. 

Respecto a la situación de Rosario, el especialista observó que “la ciudad llegó a un momento de masa crítica, un parque automotor, una densidad y una descentralización de la actividad económica que le está exigiendo inversiones más grandes en transporte; por eso me entusiasma la idea de los trenes cercanía”.

Y siguió, “no hay dudas de que si Argentina creciera sostenidamente, Rosario podría tener un metro. No hay razón que no sea económica para no hacerlo”. 

Según Moscovich, si bien debe haber espacio para las nuevas soluciones (bicicletas, monopatines, apps de transporte, etc.) una ciudad grande no puede descuidar su sistema de transporte público e infraestructura, dado que están dirigidos a diferentes públicos. 

“Dentro de lo que se puede esperar del sistema de transporte público en el siglo 21, es que vaya a subir menos gente al ómnibus. Por eso es importante superar la ansiedad que se genera en las grandes ciudades por llegar a algún sitio. Es muy diferente saber que tenes que hacer un viaje de 40 minutos en un tren, a subirte a un ómnibus y no saber cuando llegas”, apuntó. 

Para ello, es importante aumentar la inversión sobre el sector. “Buenos Aires destina diez veces en transporte en comparación con Rosario”, ejemplificó. Y concluyó: “No se puede esperar que la gente se sacrifique por una cuestion ideologica, hay que darles alternativas, las cuales, pasan todas por la inversión en infraestructura (…) para tener un buen sistema de transporte público, la clase media tiene que usarlo porque es la que tiene el poder para exigir que se cuide”. 

REDACCIÓN ON24

 

 

 

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