Red Table Talk: ¿un nuevo concepto de telerrealidad?

El hecho de ver famosos exponiendo sus vidas en público no debería sorprendernos, ya llevan muchos años generando titulares.

Un angustiado hombre de mediana edad mira a su mujer a los ojos y le pregunta: «¿Qué pasó, pues? Creo que debes explicarme bien lo ocurrido». La pregunta hace referencia a una aventura que ella tuvo con un hombre veinte años más joven y que él descubrió hace poco.

Podría ser el argumento de un drama o de una telenovela de las de toda la vida. Sin embargo, la historia que aquí se representa no sale de un guión, sino que es totalmente real: la vida de dos personas muy conocidas, Will Smith y Jada Pinkett-Smith.

En Red Table Talk, el programa de Facebook Watch de Jada, miembros y amigos de la familia Smith comparten sus secretos más íntimos y exponen su vida privada para entretenimiento del público.

Red Table Talk, un programa de telerrealidad diferente

El programa se desarrolla en la mansión de Malibú de los Smith, alrededor de una sencilla mesa de cocina roja. Su entorno íntimo y oscuro están pensados para que la atención se centre en los invitados, que desnudan su alma ante la atenta mirada de Jada.

En un episodio, la hija de la pareja, Willow, confiesa para sorpresa de todos que durante un período de su adolescencia llegó a autolesionarse. Si ya debe de resultar difícil contar algo así a los padres, hacerlo ante millones de espectadores complica la cosa aún más. En otro capítulo, Jordyn Woods, una modelo amiga de la familia, explica que ha sido expulsada del clan Kardashian tras besar a Tristan Thompson, ex de Khloé. Su triste relato, en el que afirmaba no ser una “rompehogares”, atrajo a millones de espectadores.

El programa fue adquiriendo interés hasta este culminante episodio doble con Will y Jada, titulado Becoming Mr and Mrs Smith. En él, la pareja habla sobre su matrimonio, sus hijos y sobre la infidelidad de Jada con el rapero August Alsina. Mientras que mucha gente se cuestiona por qué eligió la pareja un sitio así para tratar un tema tan privado, lo cierto es que supuso un momento televisivo emocionante que atrajo a más de 15 millones de espectadores en las 24 horas posteriores a su emisión.

Telerrealidad: un fenómeno del siglo XXI

El hecho de ver famosos exponiendo sus vidas en público no debería sorprendernos, ya que los programas de telerrealidad ya llevan muchos años generando titulares.

Big Brother fue uno de los pioneros. Someter a un grupo de personas a las cámaras durante 24 horas a lo largo de varias semanas supuso un fascinante experimento social, que empujaba a los participantes a compartir secretos sobre su vida privada con el público.

A raíz del éxito del programa, las productoras reprodujeron el formato con famosos. Uno de los primeros programas del género fue The Osbournes (2002), en el que se emitía la vida del legendario rockero Ozzy Osbourne y su familia disfuncional en Beverly Hills. Los espectadores asistieron atónitos a las conversaciones de Ozzy y su mujer Sharon sobre su vida sexual, así como a los problemas de sus dos rebeldes hijos adolescentes.

Mucha gente afirma que el programa sirvió de trampolín para el tristemente célebre Keeping Up with the Kardashians, que empezó a emitirse en 2007. Aquí, el tono adquirió una nueva dimensión, ya que la familia compartía una visión más profunda de las relaciones personales y mostraba su obsesión por las redes sociales. El programa tuvo tanto éxito que dio lugar a nuevos programas protagonizados por los personajes preferidos de la audiencia, como Caitlyn Jenner y Scott Disick.

Lo que el éxito de este reality y el de Red Table Talk demuestran es hasta qué punto nuestras vidas dependen de internet hoy en día. Mucha gente encuentra pareja en la red y no en un bar, disfruta del deporte desde el sofá y no en el estadio, e incluso apuesta y juega en casinos en línea y no en los locales presenciales que proliferan en las ciudades. Internet es un centro social con sede en nuestro salón al que ya nos hemos acostumbrado. No debe sorprendernos, pues, que muchos famosos lo elijan como medio para airear sus vidas y ganar dinero con ello. Cuanto más privada sea la historia, mejor: no hay ningún tipo de límite.

¿Qué supone todo esto para el futuro de los programas de telerrealidad?

El éxito de espacios como Red Table Talk o del imperio de las Kardashian demuestra que existe una gran demanda de programas centrados en la vida privada de los famosos. Si a ello le añadimos la presencia constante de internet en nuestro día a día, no debe sorprendernos el auge de este tipo de programas en la red.

Otro aspecto que cabe valorar es el coste relativamente bajo de producir estos programas. Lo habitual es que se rueden sin guión y en una casa, por lo que no se pueden comparar con programas mucho más costosos, como las series del estilo Game of Thrones, con un sinfín de personajes y localizaciones. Por este motivo, los programas de telerrealidad son una propuesta muy atractiva para las cadenas, que pueden producir un gran número de programas con la idea de que uno de ellos se convierta en un gran éxito de audiencia. En tiempos como los que corren son una apuesta segura, y difundirlos en línea resulta más rentable que someterlos a una costosa producción televisiva.

Cuantos más programas haya, mayor será la competencia y la necesidad de que cada espacio destaque y atraiga espectadores. Así pues, ¿con qué nos sorprenderán ahora los famosos? ¿Con escenas de sexo en directo, peleas a puñetazo limpio o más debates íntimos desde el fondo del corazón? Basta con estar conectado para descubrirlo.

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