Pese a la cuarentena obligatoria que rigió durante más de 80 días, la construcción de los desarrollos inmobiliarios Amarras Center y Garden Inn Residences en el Dique II de la ciudad de Santa Fe sigue en pie y con buen ritmo de comercialización.
En total, son 7 torres (4 de Amarras y 3 de Garden) que llevan adelante la constructura CAM y Amarras Emprendimientos, que años atrás habían desarrollado Puerto Amarras, a metros de esta nueva locación, donde también se está edificando el shopping Puerto Plaza Mall, que se integrará a las torres Corporate. “Es una zona que se está valorando muchísimo”, había apuntado a ON24 el director comercial del proyecto, Javier Gutiérrez, en julio del año pasado.
Pero claro, desde aquel entonces hasta estos días, el dólar pasó de $45 a más de $ 100, según el que se quiera tener en cuenta; hubo reperfilamiento de bonos, restricciones cambiarias, elecciones, cambio de color político en Santa Fe y Nación, más restricciones cambiarias, default y una pandemia.
Con todo, las obras siguen en marcha y con buenas perspectivas de comercialización, afirmó Gutiérrez. “Este proyecto está bien apalancado en la venta, no hay ningún riesgo”, aseguró.
Concretamente, en lo que respecta a Amarras, el proyecto premium consta de 4 torres de 85 metros de altura. La primera ya había sido finalizada y entregada a fines de 2018, al tiempo que la segunda, que ya tiene el hormigón finalizado y los primeros pisos listos, se estipulaba entregarla a fin de año, pero el aislamiento obligatorio paralizó toda la actividad y obligó a reprogramar los plazos para abril-mayo de 2021.
“Tuvimos tres meses parados y después, con 5 operarios, no teníamos ninguna posibilidad de avance. Ahora estamos esperando que nos habiliten más personal, porque aún no tenemos chance de retomar el ritmo de obra normal”, explicó Gutiérrez. “Tenemos más del 85% de la torre vendida”, indicó.
En tanto, la tercera torre “está dentro de los tiempos previstos, porque nuestro compromiso comercial es entregar una torre cada dos años”, mientras que la cuarta “ya tiene finalizado el pilotaje y se encuentran culminando los cabezales para arrancar el hormigonado”, por lo que “en un par de meses, ya estarán los primeros pisos”, adelantó el ejecutivo. Agregó que ya está comercializado “un amplio porcentaje de la cuarta” y “bastante menos la tercera”, que, cabe aclarar, se entregará después de la cuarta, porque ésta se levanta en un pedio lindero que se anexó después.
Las torres cuentan con departamentos multipropósito, tanto para viviendas como para oficinas, desde un dormitorio y 59 metros cuadrados hasta plantas enteras de más de 300 metros cuadrados. Además, el desarrollo dispone de tres locales comerciales de 80 metros cuadrados cada uno, ubicados en la planta baja de cada edificio, y ocho más sobre la calle 1° de Enero de unos 50 metros cuadrados.
En lo que concierne a amenidades, cuenta con jacuzzi, pileta climatizada, sauna, gimnasio, solárium con piletas con desborde infinito y vista al río y otra con un andarivel de 30 metros para nado; seguridad 24 horas.
A unos 300 metros de allí es que empieza a tomar forma el Garden Inn Residences, que consta de tres torres con departamentos de 1, 2 y 3 dormitorios desde 55 hasta 149 metros cuadrados, penthouse de 186 metros cuadrados, además de quinchos, piscina, solárium, SUM, áreas verdes, plaza central y tres niveles de cocheras.
“Esta semana terminamos el pilotaje de la primera torre y entramos en la etapa de cabezales y hormigonado”, señaló Gutiérrez. “Las perspectivas son muy buenas porque es un producto que acompaña la realidad de lo que hoy busca el mercado. Tiene un nivel de tecnología y calidad muy buena en una estructura de construcción muy optimizada en cuanto a costos, por lo cual es muy atractiva como inversión”, subrayó. Los plazos de obra son a 6 años, por lo que se trazaron la meta de entregar una torre cada dos.
Ambos proyectos, Amarras y Garden, ofrecen la posibilidad de compra en pozo “a valores atractivos para el mercado y con entregas rápidas”, ponderó el director comercial, así como también planes de financiación ajustados por el Índice de la Cámara de la Construcción.
“Son dos productos que apuntan a un público que, de base, tiene expectativas similares: el atractivo por un metro cuadrado equipado y en un lugar con características diferenciales”, entre las que recalcó la seguridad, la tranquilidad, las alternativas de servicios, la accesibilidad del barrio y las envidiables vistas.
“Hoy, quien busca el metro cuadrado propio va a poder elegir conforme a su gusto y posibilidades de compra”, enfatizó y concluyó: “El ladrillo empieza de nuevo a ser una buena alternativa porque el mercado inmobiliario demuestra que quien tenía ahorros en dólares está comprando alrededor de un 30% más barato y la verdad es que todos creemos que está muy bajo el metro cuadrado y se va a valorizar”.
REDACCIÓN ON24
