Sustentabilidad: un compromiso global de acción local

En el marco de Agroactiva se realizó el conversatorio “Sustentabilidad: un compromiso global de acción local”.

Participaron de la charla: María Ángeles Lesman, coordinadora regional del Litoral de Casafe; María Beatriz “Pilu” Giraudo, de Red Mujeres Rurales y Aapresid; Paola Martínez, coordinadora regional de Santa Fe y Santiago del Estero de Campo Limpio; y Mayco Mansilla, docente FCA UNL y miembro de Aapresid.

El objetivo de este espacio de intercambio interinstitucional fue conversar sobre las acciones actuales y los desafíos futuros relacionados con la producción sustentable. Así, durante la charla se mencionaron diversas herramientas e iniciativas que podrían replicarse en toda la cadena agroalimentaria respecto de este tema.

Pilu Giraudo inició el conversatorio definiendo sostenibilidad como aquello que promueve el desarrollo en las generaciones actuales sin comprometer a las futuras. Destacó que “implica un equilibrio entre crecimiento económico, cuidado ambiental y bienestar de las personas”. En la misma línea mencionó que la sustentabilidad “se refiere a las herramientas y acciones, a cómo llevar adelante y dar garantía de sostenibilidad.”.

Ambos conceptos revisten un compromiso enorme en el campo. “Cuidar los recursos y tener una armonía con la naturaleza es fundamental para que nuestra actividad permanezca viable”, reforzó Pilu. Y agregó: “esta exigencia, lejos está de hacernos sentir presión. Quienes nos involucramos en la agrobioindustria, tenemos la convicción de trabajar en un equilibrio entre obtener un resultado económico, cuidar el ambiente y promover el desarrollo en las comunidades. Es la base necesaria para tener una actividad viable hoy y a futuro, y poder dar respuesta al país y al mundo, que necesitan de nosotros.”.

Paola Martínez agregó que “la producción sustentable es una cuestión vital, porque impacta directamente en la forma de hacer las cosas, en el compromiso con el trabajo y el cumplimiento de la responsabilidad”. Ejemplificó que, en el caso de los envases vacíos, el plástico que no se gestiona correctamente tiene serias consecuencias “porque puede ir a un destino prohibido que impacta negativamente para el ambiente y las personas.”. En esa línea mencionó que ya hay 111 empresas del sector adheridas al Sistema de Gestión y que representan más del 90% de los envases que se utilizan en el campo. Resaltó también que, en lo que va del año, la Asociación CampoLimpio ya recuperó más de 1 millón 600 mil kilos de plástico proveniente de estos envases.

Esto evidencia que el desarrollo sostenible es una responsabilidad de todos a nivel global, y la cadena agroindustrial no es la excepción. En esta línea, Mayco Mansilla destacó que una agricultura sostenible puede contribuir de forma directa a 7 de los 17 objetivos de desarrollo sostenible de la FAO; y a 10 de ellos de forma indirecta. Para esto, expresó: “hay deberes que nos toca hacer desde el agro y muchos otros que requieren incentivos y gestión de la política pública. En cuanto a los deberes, la forma en que usamos el suelo es la principal tarea, necesitamos más cobertura, más diversidad, más raíces, más carbono, más servicios ecosistémicos. No solo en la agricultura, sino en la ganadería y su combinación en sistemas silvopastoriles.”

Hay muchas debilidades por ajustar y fortalezas que potenciar para la promoción de una producción cada vez más sustentable. Ángeles Lesman destaca que “es necesario volver a las bases. Recorrer el lote, diseñar estrategias abarcativas para un escenario complejo; reafirmar el compromiso con el Manejo Integrado de Plagas, cuidar las herramientas tecnológicas y usarlas cuando realmente es necesario”. También refuerza que “es imperativo extender las acciones que disminuyen la exposición tanto en las personas como el ambiente lo que conlleva menos riesgos, mejores condiciones en el trabajo y la calidad de vida.”

Este panel de expertos concluyó que para que la producción agropecuaria sea cada vez más sustentable, es necesario trabajar en red, es decir, mantener, sostener y hacer crecer las interacciones institucionales público-privadas. También destacaron la necesidad de generar nuevas matrices productivas, lo que conlleva desaprender estructuras estáticas y absorber nuevos modelos, nuevas rotaciones, nuevas combinaciones de sistemas.

La realidad es cambiante y cada vez más compleja y, por tanto, no podemos pensar en una única acción. Es importante trabajar en estrategias potentes donde el ser humano, el ambiente y el compromiso por la seguridad alimentaria se amalgaman por y para un futuro mejor.

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