El trigo volvió a ganar terreno en la región núcleo. Con 1,66 millones de hectáreas implantadas, se encamina a cerrar la tercera mayor siembra de su historia, solo detrás de las campañas 2019/20 y 2021/22. Aún quedan algunos pocos lotes por sembrar en el norte bonaerense, mientras el trigo implantado ya está entre emergencia y emitiendo las primeras hojas en muy buenas condiciones. Hay agua en los perfiles, se fertilizó para alcanzar rindes entre 40 a 60 qq/ha y julio alcanzó al oeste de la región con lluvias impensadas. Las lluvias acumuladas en los primeros 17 días de julio solo son comparables a todo el acumulado de julio del 2015.
Las lluvias de julio sorprendieron y seran clave para el trigo 2025/26
La primera quincena de julio trajo sorpresa: llovió más de lo habitual, sobre todo en el oeste de la región núcleo, donde los acumulados duplicaron y hasta casi triplicaron las medias históricas en lo que va del mes.
En Noetinger (Córdoba) se midieron 45,2 mm, cuando lo normal ronda los 15 mm. Los tecnicos destacan que venían de un abril con muy buena recarga, y julio los sorprendió: “De los últimos 20 años, en 12 no llovió nada en julio. Esto es más que positivo porque nos va a permitir lograr un muy buen macollaje, que se traducirá en más espigas viables”. También se destacan Baradero con 54 mm, María Teresa con 45,6 mm y Ramallo con 44,6 mm. En General Pinto hubo valores de 42 mm. Rosario midió 28 mm. Solo hacia el noreste los acumulados son más parecidos a los valores normales con Pellegrini acumulado 12,2 mm, Irigoyen 9,6 mm y Classon, el menor valor de la serie, con solo 3 mm.
¿Cómo cambiaron las reservas hídricas?
Repuntaron respecto a la semana pasada, sobre todo dónde menos se lo esperaba, en la franja oeste. Ahora las reservas en el centro-este son adecuadas a óptimas, y en el sudeste incluso abundantes. En la franja oeste, pasó de regular, escasa y sequía a adecuadas y regulares.
Buen arranque para el trigo: las lluvias de julio aseguraron las emergencias
Luego de las intensas heladas, las lluvias registradas en julio mejoraron notablemente las condiciones para el trigo en la región núcleo. Los nacimientos fueron homogéneos y el cultivo muestra una recuperación significativa. Según los técnicos, la clave estuvo en los perfiles de suelo que conservaban una buena reserva hídrica desde abril y las lluvias recientes. En Piedritas señalan que los cuadros que venían demorados por el frío lograron completar la emergencia gracias a las precipitaciones de la última semana. En Bigand también destacan el establecimiento de un stand de plantas uniforme y adecuado. Desde Corral de Bustos subrayan que estas lluvias no solo consolidaron las emergencias, sino que también aseguran un buen macollaje, etapa clave en la formación del rendimiento. “Esto se va a traducir en más espigas viables por metro cuadrado”, explican. El trigo arranca la campaña con bases firmes para expresar su potencial productivo.
Con el 92% cosechado, el maíz tardío cierra la campaña con promedio de 80 a 100 qq/ha
Quedan apenas unas 13.000 hectáreas en pie, concentradas principalmente en el norte bonaerense, donde todavía resta levantar un 15%. Y lo que queda promete: los rindes vienen dejando señales más que alentadoras, con promedios que oscilan entre 80 y 100 qq/ha. En zonas donde se sembró maíz de segunda, como en Bigand, se nota la diferencia. Los lotes de segunda rindieron entre 65 y 75 qq/ha, mientras que los tardíos pisaron firme con 85 a 90 qq/ha. En líneas generales, las siembras tardías se comportaron muy bien en región núcleo. Y fueron clave, sobre todo en el norte bonaerense, para compensar la pobre performance de los maíces tempranos que sufrieron de lleno la falta de agua. Desde Piedritas y General Villegas dicen que ya se levantó el 70% de los lotes y los rendimientos sorprenden: “los mejores cuadros iban a ser los de fechas tempranas pero por falta de agua terminaron siendo tardíos. Son lotes la rompieron”, dicen los técnicos. Esos casos alcanzan picos de 120 qq/ha. “El promedio general en la zona supera cómodamente los 90 qq/ha”.