Saldo técnico de IVA: el crédito que no se puede usar

Las inversiones del sector agropecuario generan saldos técnicos de IVA que, aunque representan un crédito fiscal, no pueden utilizarse libremente. Según la red CREA, promedian 21 USD/ha acumulados. Sin acceso a su uso, esa “retención silenciosa” limita el flujo de caja y la financiación de nuevas inversiones.

En Twitter, Santiago del Solar describió al saldo técnico de IVA como “la ‘otra retención’ —mientras más se invierte más se agrava—, saldo técnico de IVA”. A su vez, Cecilia Vignau remarcó: “Para el que tiene IVA Agropecuario debería ser por lo menos, de libre disponibilidad el saldo técnico también. Pero anda a explicarlo al Congreso…”. Estas frases reflejan el descontento y la dificultad que enfrentan los productores ante un sistema que les retiene dinero justo cuando invierten más.

Según la Encuesta SEA CREA, los saldos técnicos promedio ascienden a 21 dólares por hectárea en la red CREA. Este crédito fiscal proviene de comprar insumos con IVA al 21 %, mientras que las ventas se facturan con una alícuota más baja, del 10,5 %.

El problema, como denuncia La Nación, es que este saldo técnico se convierte en una “caja fuerte sin llave”: existe, pero no puede usarse libremente para otros impuestos, y tampoco se lo devuelve automáticamente, dañando seriamente al cash flow del productor.

¿Qué herramientas hay para aliviar el problema?

  • Régimen de Devolución por inversiones en bienes de capital: a través de la Resolución General 4581, se permite solicitar la devolución del saldo técnico acumulado por compras de bienes de capital, siempre que los bienes formen parte del patrimonio del contribuyente, luego de seis períodos fiscales.

  • Transformarlo en saldo de libre disponibilidad si la empresa es MiPyME: la Ley 27.264 permite convertir ese crédito técnico en bonos fiscales que compensan otros impuestos nacionales.

  • Otros sectores como la industria ya cuentan con mecanismos más ágiles para recuperar esos saldos técnicos, mientras que el agro sigue relegado.

El saldo técnico de IVA representa una inmovilización de recursos vitales para la inversión en el campo: el agro invierte y genera crédito fiscal, pero ese dinero queda retenido sin acceso libre. “Mientras más se invierte más se agrava”, como dice del Solar, y Vignau lo resume bien: “debería ser de libre disponibilidad… pero explicar eso al Congreso no es sencillo”.

Para capitalizar ese crédito, el productor necesita entender y utilizar las alternativas fiscales existentes: devoluciones por inversión, programas para MiPyMEs, o compensaciones posibles solo con IVA futuro. Pero hace falta una reforma que iguale las herramientas disponibles para la industria.

Comentarios