Muy pocos largaron la siembra maicera

Las lluvias no fueron suficientes para cambiar la condición de sequía que prevalece en casi toda la región. Satélites muestran que el maíz creció un 20% el año pasado. Pero en este ciclo 2022/23 caería un 22%.

Durante el  jueves 15 y el miércoles 21 de septiembre se produjeron algunas precipitaciones sobre la región. El promedio estuvo entre 10 y 20 mm. Los registros máximos se dieron en Noetinger con  26 mm y Guatimozín con  24 mm. En Lincoln, Buenos Aires, el registro semanal fue cero.  Las siembras maiceras no se han generalizado. Las empresas de semilleros sugieren no sembrar con menos de 30 mm. “Para los que no puedan sembrar  se les está  proponiendo entregar las semillas para almacenarlas en cámara”, comentan los ingenieros de Bombal. “Si bien estas lluvias aportan algo de humedad al sistema, no son suficientes para cambiar la condición de sequía que prevalece en casi toda la región”, explica el consultor Elorriaga. “Esta leve mejora de humedad superficial puede ser una tentación para apurar las siembras de maíz. Pero pueden convertirse en una pesadilla si los lotes no cuentan con las reservas necesarias ante el actual panorama de pronósticos”, agrega el consultor.  Para los próximos quince días, se mantiene la necesidad de lluvias extremadamente abundantes para la época del año para poder lograr condiciones óptimas de humedad en el perfil del suelo: en Córdoba son necesarios más de 140 mm y en el resto de GEA entre  100 y 120 mm.

Satélites indican que la 2021/22 fue la mayor siembra de maíz en la región

Hace un año, la superficie del cereal no paraba de crecer. A esta altura ya se había sembrado la mitad del área. El aumento  se estimaba en un 15%, pero el estudio con imágenes del satélite Sentinel-2 muestra que fue mayor: el salto interanual fue de un 20%. Tras recorrer la región, georreferenciar 4.300 puntos de diferentes coberturas y volcar la información en la plataforma de Google Earth Engine, el resultado muestra que se sembraron 1,93 M ha de maíz en la región y 4,49 M ha de soja en región núcleo. El aumento interanual en maíz fue de 320.000 ha (+19,8%). En la soja, la caída fue de un 7% (330.000 ha menos). Este estudio indica que el ciclo 2021/2022 fue la mayor siembra de maíz y la menor de soja de los últimos 10 años en la región. El maíz ocupó el 40% de la superficie de granos gruesos, un hecho que no volverá a repetirse, al menos durante la campaña 2022/2023.

Nuevos ajustes para la 2022/23: 150.000 ha pasarán de maíz a soja de primera

Sigue muy presente el fracaso productivo del maíz temprano 2021/22. Y se suma la falta de agua actual y la tercera Niña que se presentaría con mayor intensidad. El factor clima sigue bajando área al maíz y la soja recupera terreno. El maíz sufre un nuevo recorte, unas 150.000 ha que dejan a la intención maicera en 1,5 M ha, vs las 1,9 M ha sembradas hace un año. La caída  interanual sería de un 22%. La oleaginosa toma ese hectareaje, con lo cual pasarían a sembrarse 5,1 M ha vs 4,5 M ha el año pasado. La soja en los últimos 7 años mostraba una clara tendencia a caer en área. Pero en la 2022/23 tendrá un crecimiento interanual de 13%.

Maíz vs Soja: ¿cómo está cambiando el área cultivada en la región?

Desde Bigand  advierten que la intención maicera es casi la mitad que el año pasado y  esperan una suba del 40% en soja primera. Agregan que los milímetros caídos  en esta semana no son suficientes para destrabar la siembra de maíz, y que se necesitan al menos 50 mm para avanzar con seguridad. “De no haber buenas lluvias en los próximos 15 días, entre el 50 a  60 % del maíz temprano pasará a tardío”. Desde Pergamino estiman un pase del 20% del área maicera a soja. Y que, el tardío ocupará esta vez un 80%.  En Cañada de Gómez esperan un cambio menor a soja, la apuesta sigue siendo por el maíz, pero en forma tardía. En el Trébol que los perfiles de suelo están más cargados, se mantendrán las siembras maiceras tempranas casi con el mismo hectareaje que en la campaña pasada.

Trigo: lluvias insuficientes para asegurar un piso de rinde en la región

El impacto de esta semana de lluvias sobre el trigo ha sido casi insignificante. El cultivo no logra contar con agua suficiente en la región para asegurar un piso de rendimiento. “No sabemos cuánto puede seguir bajando el rinde. Sí sabemos que en los mejores lotes el techo estará entre los 25 qq/ha y los 30 qq/ha. La mitad de los cuadros está en malas condiciones, el 40% regular y solo un 10%  continúan buenos”, dicen desde Pergamino. Allí, las tormentas solo dejaron de 2 a 5 mm. En Bigand la situación es peor. Si bien llovieron algunos milímetros más, entre 6 a 12 mm, el 75% de los cuadros están en mal estado y el 25% regulares. “Esperamos rindes  de 12 qq/ha contra los 38 qq/ha promedio del área”. Hasta en los lugares donde llovió mejor no alcanza para revertir la caída productiva del cereal. En Corral de Bustos y alrededores recibieron entre 15 a 25 mm pero comentan que el rinde ya estaba afectado antes de esta última lluvia. Esperan al menos 10 a 20% de daño respecto de los rindes presupuestado inicialmente. En El Trébol esperan 35 a 40 qq/ha si continúa lloviendo en el corto plazo.

Fuente: GEA

Comentarios