Las lluvias complicaron al zapallo

Como desde hace algún tiempo, en verano se realizan ensayos para conocer el comportamiento de distintas variedades de zapallo anquito en el norte de Buenos Aires, utilizando la tecnología disponible para la obtención de altos rendimientos. Desde el INTA, informaron que esta campaña fue atípica, ya que llovieron más de 700 milímetros entre enero y febrero, cifra que supera ampliamente el promedio para la época. Aún así, se pudieron obtener algunas conclusiones vinculadas al rendimiento de los cultivos en estas condiciones.

La síntesis elaborada por Ignacio Paunero, el investigador que tuvo a cargo el trabajo, indica: “La siembra en las condiciones de exceso de lluvias de la presente campaña permitió comprobar la menor adaptación de las variedades Cokena INTA y Paquito INTA a esta situación. El rajado de los frutos que tuvo Paquito INTA, ya fue observado en ensayos anteriores, existiendo una predisposición de origen genética. Las variedades Frontera INTA, Dorado INTA y Cuyano INTA, presentaron menor cantidad de frutos dañados y mayor producción. En el caso de Frontera INTA, que fue estudiado en años anteriores, los rendimientos fueron inferiores a su potencial en sistemas de cultivo intensivo”.

Debido a las precipitaciones que hubo, no fue posible realizar todos los tratamientos sanitarios posibles por la imposibilidad de entrar al lote. Esto probablemente haya sido  la causa de las pudriciones de frutos y la intensa defoliación producida al final del ciclo, lo que motivó la realización de la cosecha anticipada, en relación al ciclo de algunas variedades

Sobre el zapallo anquito

El zapallo es un cultivo de clima templado-cálido; requiere un período libre de heladas de 120 a 150 días. Las semillas germinan bien cuando la mínima no desciende de los 12 ºC. En Buenos Aires, se cultiva en el valle bonaerense del Río Colorado, Lobos, San Pedro, Cañuelas, Roque Perez, 25 de Mayo, Delta del Paraná, entre otras localidades.

Aunque en las condiciones climáticas del noreste de  la provincia de Buenos Aires, los requerimientos de riego están satisfechos naturalmente con las lluvias, riegos complemetarios durante la época del cuaje y llenado de los frutos, mejoran la producción. (Inta)

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