Las exportaciones de harina de soja cayeron 12%

La harina y pellets derivado de la extracción del aceite del grano de soja, conocida comúnmente como “harina de soja”, es el principal producto de exportación de la República Argentina. Para tener una idea de la importancia que tiene este producto en las cuentas externas argentinas, simplemente hay que considerar el siguiente dato: en el año 2013 las exportaciones nacionales alcanzaron -por todo concepto- los 83.026 millones de dólares estadounidenses, en tanto que las ventas de harina de soja al exterior representaron aproximadamente 11.848 millones de dólares, un 14,2% del total.

Pero este producto viene exhibiendo una caída en los volúmenes físicos exportados en los últimos dos años, la cual ha sido compensada por los mayores precios internacionales que registró la harina de soja en el período, afortunadamente para nuestro país, que depende crecientemente de las divisas que genera el complejo oleaginoso nacional.

En efecto, en el año 2011, la República Argentina vendió al mundo aproximadamente 28.239.000 toneladas de harina de soja, lo cual representó para nuestra nación un total de U$S 9.907 millones. En el año 2012, las exportaciones en toneladas se redujeron fuertemente a 25.036.000.-, pero la facturación logró subir a 10.549 millones de dólares. Finalmente en el año 2013, se exportó menos mercadería en términos físicos que en los dos años anteriores (24.801.000 toneladas), pero los ingresos en dólares estadounidenses volvieron a ser superiores al 2011 y 2012: aproximadamente, 11.848 millones de dólares. La caída de las exportaciones de harina de soja en volúmenes físicos entre el 2011 y 2013 fue del 12%

Tambien puede observarse el aumento en los precios internacionales que registró la harina de soja en el período, especialmente a partir del segundo trimestre del año 2012. Esto generó la mayor facturación en los años 2012 y 2013, respecto del año 2011.

En el año 2011, los valores unitarios trimestrales de la harina de soja oscilaron entre 344 U$S/tonelada y 388 U$S/la tonelada, con un promedio simple anual de 370 U$S la tonelada.

A partir del segundo trimestre del año 2012, los valores unitarios trimestrales empezaron a subir alcanzando a 537 U$S / tonelada en el cuarto trimestre de dicho año. Finalmente, en el año 2013, los valores unitarios trimestrales oscilaron entre 516 U$S el primer trimestre, para bajar luego a 460 U$S/tn y finalizar en el cuarto trimestre de 2013 en 500 U$S/tn.

Por suerte para Argentina, la recuperación de los precios internacionales de la harina de soja permitió que no cayera la facturación total al exterior, medida en dólares estadounidenses.

Del analisis tambien surge un dato llamativo: la Unión Europea y sus 28 países, principal destino de las exportaciones argentinas de harina de soja, registró una caída en los volúmenes demandados en los últimos dos años del 32%, cifra elevadísima. En el año 2011 nuestro país vendió a este bloque aproximadamente 13.038.000 toneladas. En el último año, 2013, las exportaciones a la UE-28 se redujeron a 8.866.999 toneladas. 

De acuerdo a lo relevado por distintas fuentes, no habrían existido restricciones comerciales de la Unión Europea que justifiquen esta caída en las ventas argentinas de harina a nivel físico. En principio, en el año 2012 habría incidido la menor cosecha argentina de poroto de soja (40,1 millones de toneladas) que generó una reducida molienda de poroto en el orden de 33,3 millones de toneladas.

En el año 2013, a pesar de recuperarse la producción nacional de poroto de soja (Ciclo 2012/2013: 49,3 millones de toneladas), se molieron cerca de 34 millones de toneladas; cifra algo reducida. Esto se debió al menor ritmo de comercialización del poroto y a una mayor formación de stocks no industriales, tal como se comentara en otra nota de este informativo.

Sí habría existido, en el 2013, algún redireccionamiento de harina de soja estadounidense, brasileña e India a los mercados europeos; con Argentina aumentando sus embarques a algunos países del sudeste asiático como Indonesia, Vietnam, Tailandia y Malasia. 

Autor: Julio Calzada – Fuente BCR

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