Demandas desmesuradas de gremios paralizan ingreso de divisas de la exportación

La agroindustria instó a los gremios a volver a la mesa de negociación con propuestas acordes con la realidad del país.

La Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) expresó hoy, ante el anuncio de huelga nacional dictado por la Federación de Aceiteros (FTCIODyARA) y la Unión de Recibidores de Granos (URGARA), y las movilizaciones y medidas de fuerza por parte del sindicato de aceiteros en San Lorenzo, Santa Fe, que las “demandas gremiales son incumplibles, no tienen forma de ser atendidas”, y que del reclamo de un bono anual, con un aumento del 176%, “no existe registro alguno de un pedido similar en ninguna actividad económica en la historia del país”.

Las medidas de fuerza de los gremios afectan a todos los puertos y plantas aceiteras en el país lo que pone en riesgo la producción para consumo interno así como la exportación clave del país (la harina de soja es el primer producto argentino de venta al exterior) pero los paros e interrupciones de actividad solo perjudican al sector en su conjunto, que reduce los ingresos para todos, y además le hacer perder a la Argentina su participación en el mercado mundial.

La extrema medida se ejecuta mientras el Gobierno necesita el ingreso de divisas para fortalecer sus reservas y así garantizar el normal funcionamiento la economía nacional.
Las empresas del sector agrupadas en CIARA señalaron que, si la demanda fuese atendida, implicaría que la industria debería endeudarse en más de mil millones de pesos para pagar el “estrafalario bono”.

Las negociaciones paritarias con la Federación de Aceiteros, el Sindicato de Aceiteros de San Lorenzo (SOEA, Santa Fe) y los Recibidores de Granos (URGARA) se encuentran estancadas ante las “pretensiones desmesuradas y de cumplimiento imposible” que ponen en riesgo la única fuente de ingreso de divisas del país.

CIARA ha propuesto a los sindicatos ajustar los salarios por inflación vencida hasta agosto de 2021, mes a mes, lo que garantiza que ningún trabajador pierda poder adquisitivo, tal como lo establece la Constitución Nacional.

Adicionalmente, CIARA propuso otorgar a todos los trabajadores un bono anual (para todos, sin diferenciar los que hayan realizado tareas durante la pandemia) y una parte variable adicional para aquellos que prestaron tareas efectivas.

En el contexto de pandemia, donde los flujos de ventas se vieron distorsionados, los precios fueron volátiles, hubo una fuerte caída de la molienda (-7,46% con respecto al promedio del quinquenio), una contracción del nivel de actividad al 45% y las regulaciones restrictivas de circulación de camiones -tanto trenes como barcos de exportación- han generado enormes perjuicios económicos para los agroexportadores, con el trasfondo negativo de la “primarización” desde 2018.

Además, la bajante histórica del río Paraná sumó un factor adicional imprevisto que ocasionó, durante varios meses, costos incrementales de la carga de buques, retrasos, varaduras y castigos de precios a los productos argentinos.

Mas allá de todos estos problemas objetivos, la industria otorgó a comienzos de la pandemia un incremento salarial del 25% para ser revisado una vez que la inflación medida por el INDEC superara ese porcentaje. Los sindicatos aceptaron ese criterio pero cuando se abrieron las revisiones pusieron sobre la mesa nuevas demandas, con datos de inflación irreales, y pedidos de bonos especiales extravagantes, superiores al 176%.

“La propuesta empresarial atiende plenamente la inflación estimada para el año y brinda garantías reales y constitucionales, para que ningún trabajador pierda poder adquisitivo. Por eso, hacemos un llamamiento a la comunidad aceitera a mantener sus actividades normalmente; la realidad nacional nos impone la necesidad de seguir trabajando día a día,” expresó Gustavo Idígoras, presidente de CIARA.

El salario conformado mensual del empleado aceitero es actualmente superior a los 100 mil pesos para los recién ingresados, considerando los adicionales más usuales en el sector.
“La agroindustria exportadora siempre garantizará que no haya pérdida de salario en relación con la inflación para ningún trabajador del complejo agroexportador -dijo Idígoras- pero es inaceptable que algunos sindicalistas presionen por bonos impagables, absolutamente desconectados de la realidad nacional.”

Asimismo, en relación con las expresiones de algunos sindicalistas, CIARA reiteró que no existe intención alguna de condicionar a los gremios ni al Gobierno a tomar medidas en beneficio de la industria sino todo lo contrario.

“Se insta a los gremios aceiteros a aceptar la propuesta de CIARA que garantiza que ningún trabajador pierda derechos ni salario. Cerremos ahora las paritarias y permitamos a toda la comunidad aceitera tener asegurado sus salarios hasta agosto del 2021 sin sobresaltos,” expresó Idígoras.

Hoy iniciaron medidas de fuerza SOEA y, a partir de mañana, una huelga nacional organizada por URGARA y FTCIODyARA.

“Toda medida de fuerza contra los puertos es hoy una acción contra el país -dijo Idígoras-. Pretendemos que ambos gremios vuelvan a la mesa de negociación, con un reclamo realista; no es el momento de hipotecar el futuro con demandas imposibles”.

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