Cómo hacer soja en un año Niño

La implantación de la soja viene avanzando a paso firme. En muchos lotes al sur de la Ruta 5 en la Provincia de Bs As y hasta Bahía Blanca la siembra de soja arrancó tarde, en parte por las condiciones climáticas donde se registraron temperaturas muy bajas para octubre y noviembre. Según explica el Ing Ruben Netcoff, integrante del equipo técnico y comercial de Spraytec, las decisiones en esta etapa inicial pueden ser claves si se busca alcanzar altos potenciales, sobre todo considerando con la perspectiva de año niño que traerá buena cantidad de agua pero también lavado de nutrientes.

“Para estado vegetativo de la soja proponemos un esquema de nutrición complementaria basado en compensar otros minerales que usualmente están por fuera de la fertilización base estándar. Los productos Spraytec son Fitoestimulantes de alto impacto que en esta etapa se aplican como tratamiento de semillas o junto a los herbicidas (en conjunto con la aplicación de algún graminicida o de glifosato”. En estado vegetativo de la soja recomendamos la aplicación de Top Zinc, un Fitoestimulante a base de potasio, cobalto y molibdeno para fijación biológica que además aporta Boro y Zinc dos micronutrientes que son indispensables para el arranque del cultivo. Zinc, Cobalto y Molibdeno son tres elementos que necesarios en la primera instancia del período vegetativo. Las evaluaciones que tenemos en tratamiento de semillas o con la primera aplicación – que va de V4 a V6 –  es un desarrollo más vigoroso de raíces, mayor nodulación, mejor el desarrollo del porte de planta con una tendencia a cierre de surco más rápida. Este producto modifica la tasa de crecimiento del cultivo por lo tanto la planta se desarrolla más”, afirma Netcoff.

“Además contamos con una segunda alternativa tecnológica que es la aplicación del Fitoestimulante Ultra Manganeso, un producto diseñado para aplicaciones conjuntas con glifosato ya sea en aplicaciones previas o convencionales. La idea es aplicarlo en la primera en aplicación post emergencia y al cierre de surco. Tenemos muchísima información generada durante los últimos cinco años en campos de productores de todo el país y sabemos que se puede dividir la dosis en dos de 100 cm3 por hectárea con cada aplicación de glifosato o concentrada con una sola aplicación de 200 cc3 a cierre de surco. Los dos escenarios son buenos en cuanto a la suplencia de manganeso. Estos productos tienen adyuvantes que mejoran la performance del herbicida”.

Cómo afecta el año niño:

Algunos minerales como el Boro que son dependientes de la cantidad de agua en suelo y se relacionan con el flujo transpiratorio dentro de la planta, pueden estar en deficiencias por sequía y por exceso de agua ya que lluvias excesivas pueden “lavar” el nutriente del suelo. En esta campaña y como se vislumbra el año a nivel climático podríamos tener lavado de nitratos y de Boro.

Además los excesos de humedad pueden beneficiar a los patógenos que afectan tempranamente el cultivo, en su mayoría hongos de comienzo de ciclo que retrasan el primer desarrollo de las plantas y obligan al uso de fungicidas tempranos. Según explica el Ing Netcoff: “Si nosotros tenemos una planta bien nutrida con Potasio podemos ir frenando la infección primaria del patógeno. La infección evolucionará en menor medida si la planta es fuerte y esto permitiría llegar a estado reproductivo con un buen desarrollo foliar para realizar una sola aplicación de fungicida en R3 si fuese necesario. El aporte de Boro y Potasio temprano estaría solucionando la primera infección de una patogenia que seguro habrá este año”.

“La característica de nuestra línea de productos es que se usan en dosis bajas y tienen una gran relación costo beneficios. Descontando el costo de tratamiento por hectárea estos tratamientos recomendados en soja devuelve entre seis y siete veces el costo del producto. Tanto con Top Zinc como con Ultra Manganeso tenemos promedios que van desde los 300 hasta los 450 kilos de respuesta por hectárea cuando el costo del tratamiento vale entre 20 y 40 kilos de soja. Es una práctica que se paga, aporta tranquilidad en el manejo anticipando la sanidad y el desarrollo de las platas a un costo muy bajo. Estamos nutriendo y generando sanidad, todas variables que se devuelven con kilos de producción”. 

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