Busca otra gran campaña

Gracias al buen clima la mayor parte del área manisera argentina está sembrada

Desde hace dos campañas (2015/16 – 2016/17) los excesos hídricos fundamentalmente en los meses de otoño son los culpables de que el cultivo no obtenga una nueva marca en el record histórico de producción. Y es que las mismas condiciones que permiten un buen desarrollo del cultivo y un óptimo llenado de grano, persisten y en algunas zonas se agudizan en la época de arrancada y cosecha, generando pérdidas por anegamiento de lotes y falta de calidad. Debido a estos excesos hídricos, en la pasada campaña los últimos lotes se terminaron de cosechar en el mes de septiembre.

Hoy la moneda está en el aire y el sector manisero renueva sus expectativas. Los técnicos de las empresas que siembran la mayor parte del área coinciden en que ha sido un año muy bueno para la siembra y que, más allá de algunas regiones en las que faltó un poco de agua, el cultivo se implanto en tiempo y forma.

Un informe elaborado por la Bolsa de Cereales de Córdoba analiza las lluvias del periodo de pre siembra estival, agosto a octubre, y destaca que el acumulado de precipitaciones durante dichos meses superó la media en el centro norte provincial, con excepción del departamento San Justo, siendo el mes de septiembre el momento en el cual los registros pluviométricos superaron el promedio en la mayoría de los departamentos.

Por otro lado, los departamentos donde se presentan habitualmente problemas de excesos hídricos, muestran precipitaciones para este año por debajo del promedio histórico, situación favorable para el inicio de la campaña estival 2017/18.

Con respecto al área sembrada, la Cámara Argentina del Maní reportó una información generada por la industria el pasado 15 de noviembre que ubican una superficie total de 423.000 hectáreas. Esto implicaría un incremento estimado en la superficie sembrada de aproximadamente el 5% respecto del ciclo inmediato anterior.

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