Guillermo de Toma, es titular de un comercio de telefonía celular ubicado en el microcentro de Rosario.
Hostigados por una seguidilla de robos que se vienen produciendo de un mes a esta parte a negocios del mismo ramo, se reunieron con el concejal Diego Giuliano para comentarle sobre la metodología y la falta de respuesta de las empresas de seguridad contratadas.
“Roban con una modalidad muy rápida, en mi caso no fueron más de un minuto y medio o dos. Dejan la moto encendida estacionada al lado del cordón, entran, manotean los celulares, arrancan la computadora y se van”, relata el comerciante.
Al ser consultado si había cierta selección de marca o modelo de teléfono por parte de los delincuentes, de Toma aseguró que solo manotean lo que pueden, porque el fin último no es el costo del equipo sino el uso que hacen del mismo para cometer delitos.
También explicó, que si bien un celular robado puede ser denunciado y bloqueado inmediatamente, existe lo que se llama el “blanqueo”, proceso que convierte en menos de 15 segundos un celular en otro. “Pasa a ser otro teléfono, sin historial” agrega.
“Se trata de un programa que se consigue fácilmente y la gente sabe donde encontrarlo” asegura.
“Nosotros les planteamos a los concejales que no existe ninguna base de datos de celulares robados, lo que llamamos equipos negativos”.
El comerciante también asegura que los móviles con mejor tecnología, son los más fáciles de “blanquear”, por tratarse de minicomputadoras con un software que permite toda clase de procesos.
En relación al rol de ciertas agencias de seguridad, de Toma relata “En el robo que sufrí hay filmaciones a cara descubierta, los ladrones se olvidaron un casco, vimos la patente de la moto. Moto que nos dijeron era la misma con la que ya habían cometido otro asalto. También se olvidaron una libreta, pero no pasó nada. La empresa de seguridad nos había instalado pulsadores antipánico. Mi madre y la empleada los utilizaron, pero en vez de concurrir al comercio me llamaron a mí. Pagamos un servicio que no funciona. Hay que revisar la seguridad de los negocios, lo digo como un consejo para que no le pase a otro”
Por Fabiana Suárez
