El último Informe de Pagos Minoristas del BCRA muestra que los cheques sin fondos alcanzaron en julio los 77.900 documentos rechazados por un total de $226.000 millones, frente a los 39.000 y $84.500 millones registrados a comienzos de año. La suba implica que en apenas unos meses se duplicó tanto el número como el monto.
Si se contabilizan todos los cheques rechazados —incluidos aquellos que no fueron compensados por defectos formales— el informe señala que en julio se superaron los 147.600 rechazos, por un monto total de $395.000 millones, con un promedio de $2,6 millones por documento. A fines de 2024, esa cifra era de 83.300 cheques por $182.000 millones.
El rechazo de cheques es un indicador de tensión financiera, especialmente para las pymes, que utilizan este instrumento como una de sus principales herramientas de financiamiento junto con los giros en descubierto. Justamente, en agosto el financiamiento vía descubierto también se redujo 9% por el aumento de los costos asociados a las tasas de interés.
Desde los bancos remarcan que, por ahora, la situación de los cheques rechazados no resulta alarmante. Sin embargo, el crecimiento sostenido del número y monto de rechazos refleja una economía con mayores dificultades para sostener la cadena de pagos y el acceso al crédito.