En Argentina, ahorrar en dólares es una costumbre casi tan arraigada como el mate. Ante la volatilidad del peso, los ahorristas saben que la divisa garantiza cierto grado de estabilidad constante, por lo que eligen proteger su excedente mediante la moneda estadounidense. A su vez, el fin del cepo cambiario potenció esta actitud en tanto posibilitó la compra de dólares sin restricciones. En efecto, según un informe de la consultora Eco Go, mayo fue el mes con mayor demanda de divisas en los últimos años.
Sin embargo, especialistas financieros indican que mantener los ahorros quietos no es la mejor de las opciones posibles. El país está atravesando un proceso de revalorización de la moneda local que, aunque lento y aún incierto, puede traducirse en un decrecimiento en la cotización del dólar. Ante este escenario, economistas como Marcos Victorica, CEO de BAS Storage, reparan en las ventajas del “dólar productivo” frente al “dólar dormido”. “Mover los dólares de forma inteligente es fundamental: quienes no lo hagan pueden perder más del 5% de su valor por año”, sostiene Victorica, en línea con la opinión de distintos expertos.
¿Qué hacer con los dólares guardados?
Para obtener el mayor rendimiento posible de los ahorros, la única fórmula probada es la inversión. Generar movimiento es fundamental en tanto sólo la producción de ganancia puede contrarrestar -e incluso superar- la depreciación monetaria.
Respecto a las distintas opciones de inversión, analistas y expertos en finanzas coinciden en que la diversificación se posiciona como la alternativa más eficaz a largo plazo. Inclusive, la Universidad de Yale recomienda destinar al menos un 20% de la cartera a activos alternativos, como el real estate comercial y domiciliario. De hecho, un hipotético inversor que utilizó esta regla en 1995 habría ganado tras 25 años aproximadamente el doble de lo que hubiera obtenido con una asignación tradicional. Estos márgenes se alcanzan principalmente debido al proceso de revalúo, el cual garantiza una actualización constante del valor de los inmuebles.
Siguiendo esta línea, Victorica explica que el sector inmobiliario incluso posibilita realizar inversiones en EE.UU., con ganancia en dólares correspondiente. De esta manera, los ahorristas argentinos y latinoamericanos en general podrían asegurar cierto grado de inmunidad ante procesos de inestabilidad cambiaria. “Tal es así que The Wall Street Journal calificó al segmento self-storage como ‘industria a prueba de recesiones’ por su excelente performance a lo largo del tiempo”, agrega el economista.
Escenario propicio
Recientemente, la regularización de las divisas no registradas se ha transformado en uno de los principales ítems de la agenda del Gobierno de Javier Milei. En consecuencia, la cartera económica evalúa implementar diferentes medidas tendientes a poner en circulación los dólares que los argentinos guardan debajo del colchón. Es en este sentido que el ministro Luis Caputo analiza un nuevo virtual blanqueo de capitales, a través del cual se habilitaría el uso de más de US$150.000 sin declarar. Asimismo, el propio Milei aseguró que “nadie va a perseguir” a quienes quieran usar sus dólares guardados.
De esta manera, el contexto económico global y las particularidades de la realidad argentina confluyen en la configuración de un escenario favorable para la inversión. Desde la necesidad de resguardar el ahorro hasta la posibilidad de generar ganancias extra, todo indica que el viejo axioma del mundo financiero se mantiene más vigente que nunca: quién deja su dinero quieto, pierde.