Caída de la actividad económica: Rosario mejor que la media nacional

Así lo dice un informe elaborado por la Fundación Banco Municipal

Un informe elaborado y publicado por la Fundación Banco Municipal señala que la facturación privada en Rosario de noviembre de 2020 registró una contracción interanual de 1,2%, según los datos del Centro de Información Económica (CIE – Municipalidad de Rosario). En septiembre y octubre del año pasado, las caídas habían sido de 6,4% y 8,3%, respectivamente. Según sostiene la publicación, esta reducción en el margen de decrecimiento se debió a la flexibilización de la cuarentena. Los primeros 11 meses del 2020 sumaron en total un decrecimiento interanual del 10,4%.

De acuerdo con lo que detalla la fundación Banco Municipal, la cifra de caída interanual de la facturación privada rosarina es inferior a la medida a nivel nacional. El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE – INDEC) midió una variación negativa del 3,7%, aunque con una contracción acumulada al mes de noviembre del 10,6%, en consonancia con los datos locales. “Con los datos a diciembre habrá que comprobar si logra afianzarse esta menor caída de la actividad de la Ciudad respecto a la nacional”, sostiene el trabajo presentado.

Para tener una idea más precisa de la evolución mensual reciente de la facturación, la serie desestacionalizada -libre de los efectos propios de cada mes- es más adecuada. Ésta, muestra en noviembre una expansión de la facturación privada local de 2,8% con respecto al mes de octubre, registrándose dos variaciones mensuales positivas tras la caída de septiembre, cuando la facturación privada se contrajo 2,8% m.m. por la restricción de las actividades no esenciales.

Para observar los movimientos de la facturación en un horizonte temporal más amplio, se presenta la tendencia-ciclo, componente de la serie no influenciado por el efecto propio de cada periodo ni por aquellos asociados a los cambios en la administración de la cuarentena. Como puede observarse en el Gráfico Nº 1, dicha serie registra en noviembre su sexto crecimiento mensual positivo (1,9%) luego de presentar un piso en el mes de mayo, que resulta coincidente con el mínimo valor de la serie desde 2011. Al considerar la evolución reciente de la tendencia-ciclo se observa que desde marzo de 2018 (punto máximo de la serie desde comienzos de 2011) ésta presenta dos escalones marcados, cayendo entre dicho mes y diciembre de 2018 un 8,5%, y posteriormente registrando una caída entre diciembre de 2018 y mayo de 2020 de 14,3%. Entre el mínimo del mes de mayo de este año y el mes de noviembre la tendencia recupera 9,2%. El comportamiento reciente de la misma estaría mostrando una convergencia entre el componente de tendencia y la serie original de facturación. En este contexto el nivel de la actividad local en 2021 se situaría por encima del registrado en 20205, aunque, probablemente, ubicándose en uno inferior al promedio de 2019.

Análisis por sectores

Al analizar la facturación local por sectores económicos (Tabla Nº 1) se destaca que, si bien la totalidad de los sectores mejora relativamente su performance en noviembre con respecto a los meses de septiembre y octubre, se observa un comportamiento heterogéneo en cuanto a la recuperación de la actividad en cada uno de éstos. En este sentido, Comercio e Industria manufacturera -que representan en conjunto 64,5% de la facturación privada rosarina- muestran una variación interanual positiva en su actividad (6,5% y 19,1%, respectivamente) superior a la del bimestre previo; mientras que Construcción y Servicios privados -con una representación conjunta de 35% en la actividad local- presentan contracciones interanuales significativas en el mismo período (-31,3% y -18,6%, respectivamente) aunque inferiores a los meses anteriores.

Desglosando el análisis por sectores, se destaca que Comercio, que explica 43,5% de la facturación privada de 2020, tuvo un crecimiento interanual de 6,5% en noviembre. Al desagregar por ramas de actividad, “Venta, mantenimiento y reparación de vehículos” registra la mayor variación interanual (22,7%); mientras que las ramas “Comercio al por mayor” y “Comercio al por menor” muestran un crecimiento considerablemente menor (5,0% y 4,8%, respectivamente). No obstante, en términos de incidencia sobre la tasa de variación del sector, las tres sub-divisiones contribuyen en la misma medida dado que, si bien “Venta, mantenimiento y reparación de vehículos” se expande más del cuádruple que las otras dos, tiene una participación menor en la facturación del sector con respecto a las demás ramas. Al realizar el mismo análisis para el acumulado del periodo enero – noviembre de 2020, se observa que “Comercio al por menor” cae 5,8%, seguido por “Venta, mantenimiento y reparación de vehículos” (-4,2%), mientras que “Comercio al por mayor” presenta la menor caída en valor absoluto (-1,9%). Estas ramas contribuyen negativamente en 2,6 p.p., 0,4 p.p. y 0,9 p.p. respectivamente, en la tasa de variación interanual del sector.

En cuanto a la evolución reciente del componente tendencia-ciclo de la actividad del sector, en noviembre se observa una relativa estabilidad en su comportamiento con respecto a octubre, en línea con la desaceleración de la tasa de crecimiento mensual observada en los meses previos. Esto último contrasta con la aceleración registrada en los primeros meses de 2020, la cual, probablemente, responda al cambio abrupto de la serie de facturación en los meses más estrictos del confinamiento con una rápida reversión en el mes de mayo hacia el nivel promedio registrado en 2019. Por otra parte, si bien la serie tendencia-ciclo muestra un crecimiento durante 2020, a noviembre se encuentra 6,1% por debajo del máximo registrado en julio de 2013.

El sector Servicios privados, segundo en importancia dentro de la facturación privada real de la Ciudad con una participación de 32,6%, registra una significativa contracción interanual de 18,6% en noviembre, levemente inferior a la evidenciada en los meses de septiembre (-21,9%) y octubre (-22,9%) de 2020. Desagregando el análisis por ramas, advierte que la mayor parte de estas presenta contracciones interanuales en el mes de noviembre, a excepción de “Servicios inmobiliarios” y “Servicios de asociaciones y servicios personales” que crecieron interanualmente 16,6% y 6,9%, respectivamente. Los rubros “Intermediación financiera y servicios de seguros”, “Salud humana y servicios sociales”, “Actividades administrativas y servicios de apoyo” e “Información y comunicaciones”, que explican alrededor del 72,2% del total del sector, registran caídas interanuales de 11,9%, 12,6%, 14,4% y 10,0%, respectivamente en el mes de noviembre. Por otro lado, “Servicios artísticos, culturales, deportivos y de esparcimiento” y “Servicios de alojamiento y servicios de comida” -dos de las ramas más afectadas por la pandemia, aunque con un peso reducido en el sector- registran las mayores contracciones interanuales en noviembre (89,0% y 50,3%, respectivamente). Así, la incidencia sobre el desempeño del sector de las ramas más afectadas y con menor participación resulta similar a la contribución de las ramas más importantes aunque menos golpeadas por la pandemia.

Por otra parte, en noviembre se observa un cambio de dirección en la variación mensual del componente de tendencia-ciclo, evidenciando un ínfimo crecimiento de 0,3% que contrasta con las caídas registradas entre agosto de 2019 y octubre de 2020. En términos comparativos, el nivel de la tendencia-ciclo actual es similar al registrado a mediados de 2015, pero 26,0% por debajo del máximo observado en mayo de 2018.

La Industria manufacturera, tercer sector en términos de participación en la economía local, crece interanualmente 19,1% en noviembre, tasa notablemente mayor a la verificada en el mes anterior (4,5%) y superior a las registradas desde junio de 2020. Este crecimiento está liderado por la rama “Metales, productos de metal y maquinaria” que muestra un incremento de 34,8% en su actividad y, en menor medida, por “Petróleo, productos químicos, caucho y plásticos”, “Fabricación de componentes electrónicos y equipo eléctrico” y “Vehículos y equipos de transporte” con expansiones de 11,6%, 25,1% y 32,7%, respectivamente. De esto modo, la actividad industrial es el sector que cierra el año con la menor caída interanual en términos absolutos.

En cuanto al componente tendencia-ciclo se observa un comportamiento similar al registrado en el sector Comercio, con un crecimiento mensual relativamente acelerado durante los primeros meses del año 2020 que pierde intensidad en los meses posteriores. En términos comparativos, el nivel de la tendencia-ciclo actual es similar al registrado a principios de 2018, aunque 13,6% por debajo del máximo observado en junio de 2011.

Por último, el sector Construcción, con una participación de 2,3% en la facturación privada real de Rosario, evidencia en noviembre una caída interanual de 31,3%, valor menor al registrado en los meses de septiembre (-45,1%) y octubre (-34,9%). Desglosando el análisis del sector por ramas, se destaca que las más afectadas son “Demolición, movimiento y preparación de terrenos para obras”, “Construcción y terminación de edificios y sus partes” y “Alquiler de equipo de construcción o demolición dotado de operarios y actividades especializadas de construcción n.c.p.” con caídas del 69,9%, 35,2% y 31,3%, respectivamente, siendo la rama referida a la construcción de edificios la que explica en mayor medida el desempeño negativo de la actividad. En el acumulado del periodo enero-noviembre se registra una contracción de 49,1%, evidenciándose un nivel de incidencia por ramas similar al observado para la variación interanual de noviembre, pero con la diferencia que el sector referido a la construcción e instalación de obras civiles muestra una mayor contribución.

Por otro lado, el componente tendencia-ciclo acumula cinco meses de crecimiento mensual al registrar en noviembre una variación de 4,1%, cifra equivalente a la registrada en el mes anterior. Aun así, la serie se encuentra 53,6% por debajo del máximo observado en febrero 2018.

Del análisis realizado resulta evidente que la facturación privada local experimentó una contracción en 2020, con una tasa que se espera que se ubique en los dos dígitos, pero que probablemente sea inferior a la nacional. Más allá de este resultado global, en los últimos meses del año, la economía de Rosario parece haber dejado atrás las peores etapas del confinamiento, con un rebote en los meses subsiguientes que, sin embargo, resulta heterogéneo entre sectores. Así, en la segunda parte del año, se observa una notoria disminución en las caídas interanuales de la facturación privada de la Ciudad en comparación con las registradas en el periodo marzo-mayo, idea que se refuerza al analizar el componente de tendencia-ciclo de la serie, el cual muestra crecimientos mensuales desde junio. En este sentido, los datos disponibles hasta el momento sugieren un carácter transitorio para el shock provocado por la pandemia sobre la economía local, con un fuerte efecto negativo en los primeros meses que fue diluyéndose posteriormente. No obstante, este incipiente rebote revela marcadas diferencias entre sectores. Comercio e Industria manufacturera y, en menor medida, Construcción, lideraron el crecimiento de la tendencia en los primeros meses del segundo semestre del año, aunque los dos primeros sectores estancaron su crecimiento a finales del periodo. Contrariamente, Servicios privados mostró caídas mensuales en su tendencia durante gran parte del año que parecen haber encontrado un piso en los últimos meses.

Como resumen de los sectores analizados, la tendencia de la actividad de la construcción es la que muestra un mayor impulso, mientras que Servicios privados parece haber detenido la caída, aunque habrá que esperar a los datos de los próximos meses para reafirmar el cambio de dirección. Por su parte, las actividades comerciales e industriales muestran niveles de tendencia superiores a los de 2019. Como resultado de estos comportamientos heterogéneos pero que parecen apuntar a un sostenimiento del rebote de la actividad económica local, el componente tendencia-ciclo de la facturación privada continuó creciendo aunque a un ritmo moderado.

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