Pullaro endurece el discurso para no distanciarse del mileismo

Por: Darío H. Schueri – Desde Santa Fe

En una definición político ideológica que no puede ser pasada por alto, el Gobernador Maximiliano Pullaro culpó por la desastrosa performance de los alumnos en la evaluación provincial de lectoescritura ¿sólo al kirchnerismo?, ó ¿al progresismo en general? disparando: “durante décadas nos dijeron que en las escuelas no había que realizar evaluaciones externas de lectura. Nos dominaban con una ideología que nos llevó a esta situación alarmante”.

Sumado al “no hay más lugar para el conservadurismo”, el Gobernador está actuando conforme los signos de estos tiempos, entendiendo que las elecciones de La Libertad Avanza el último fin de semana en cuatro provincias, sumadas a la decorosa actuación en Santa Fe el 13 de abril, ya es motivo de alerta, máxime cuando quizás este domingo el PRO, rival ideológico directo de LLA y socio estratégico de la UCR en estos pagos, quede tercero en su cuna de nacimiento.

No pretendemos ser inmodestamente reiterativos, pero el “liberkeynesianismo” que viene aplicando el Gobernador santafesino seguirá siendo su hoja de ruta para no perderle pisada al libertarismo, manteniendo a su vez un delicadísimo equilibrio dialéctico para no colisionar con sus históricos aliados PS. Para ello, el radicalismo deberá medir muy bien la conveniencia de ir con candidato propio a las nacionales de octubre, toda vez que el PS es muy probable que lo haga de esa manera para al menos retener la banca de Mónica Fein que pone en juego.

Mil millones para afianzar “las políticas públicas” (que no hace Milei)

Hace dos meses, el Ministro de Economía Pablo Olivares fue a Nueva York a sondear el panorama financiero para volver a emitir un empréstito, toda vez que la caída de la coparticipación nacional (que significa el 50% de los ingresos de la Provincia) por las medidas que profundizaría Milei, sumado al incremento de sueldos (más de 300 mil millones de pesos por mes) impactarían en el ambicioso programa de obras públicas del cual hace gala nacionalmente Santa Fe (Córdoba está en serios aprietes en ese sentido).
Este jueves ingresó por Senadores el pedido de endeudamiento por hasta mil millones de dólares para el segundo paquete de obras, ya que las 1.700 obras que el Ministro de Obras Públicas Lisandro Enrico dice que hay en marcha, se las pueden ejecutar.

Aun restan por pagar 250 millones de dólares (3 cuotas de 83,33 millones cada una que vencen este año, 2026 y 2027) del crédito por 500 millones de dólares para obra pública tomado por Miguel Lifschitz en el año 2018.

¿La docencia es ajena a la “catástrofe educativa”?

Corriendo el riesgo de quedar solo en el simbolismo testimonial (el gobierno informó que el 93% de los docentes desconoció el paro de AMSAFE y asistió a dar clases, pese a ciertas tretas de algunos docentes) AMSAFE intenta posicionarse como el único sindicato estatal que le da batalla gremial a Pullaro. Los demás gremios públicos aceptaron el 8% de aumento para el trimestre abril-mayo que el gobierno cerrará por decreto esta semana.

Ahora bien, la “catástrofe educativa” (calificada de esa manera por el Ministro de Educación José Goity) que surge de la primera evaluación de lectura, que mostró al 40 % de los estudiantes santafesinos que no lee con fluidez no le debiera ser ajena tampoco a los docentes: ¿qué estuvo pasando todo este tiempo en las aulas para arribar a semejante consecuencia?. Y atención con estos datos: mientras que en las escuelas estatales los estudiantes que alcanzan los niveles Intermedio o Fluido (de lectura) son el 20 %, en las escuelas privadas rondan el 37 % (lejos aún del ideal). El tema es que en los establecimientos públicos los alumnos de nivel Pre-lector y Principiante 1 son el 46%, y en los colegios privados el 22 %. Otro dato que agravaría la situación: debido a la situación económica, la matrícula en las escuelas públicas está aumentando.

Los resultados no se distancian entre establecimientos urbanos y rurales. En los primeros el 39 % está dentro de los dos primeros niveles (los de menor lectura), mientras que en las escuelas “de campo” alcanza al 45 %.

“Nos encontramos con una enorme cantidad de analfabetos funcionales en nuestra sociedad (una persona que sabe leer y escribir frases simples, pero no puede comprender, interpretar ni usar textos escritos de forma efectiva en su vida cotidiana) advierte en un reportaje al Diario Uno la profesora Mónica Actis, especialista en alfabetización inicial y didáctica de la lengua, quien agrega que “la escuela tiene la responsabilidad de garantizar este aprendizaje y no puede delegar esa función”, “Aprender a leer y escribir es difícil” dice Actis, para anotar que “se necesita tiempo, compromiso institucional y prácticas pedagógicas fundadas en saberes teóricos; sin alfabetización no hay posibilidad de construir ciudadanía”.

Una sociedad semi analfabeta, como presagia Mónica Actis, es fácilmente reducida a la servidumbre laboral en la sociedad de la economía del conocimiento.

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