Los expertos estiman que implica un valor generado por esa tecnología que rondó los 80 dólares por hectárea, por un ahorro de insecticidas del orden de los 20 dólares y un mayor rendimiento que equivale a unos 60 dólares.
Fue la primera maleza resistente a glifosato detectada en Argentina en 2005. Ahora vuelve a ser noticia al confirmarse su resistencia a graminicidas, específicamente al haloxifop R metil, de gran uso en la actualidad.