Darle valor al maíz

Buscan impulsar el bioetanol. Hay un “prócer” del automovilismo involucrado.

La reunión que mantuvo esta semana el ministro de Producción, Sergio Freixes, con los representantes de una empresa agroindustrial y una fábrica automotriz, fue el primer paso para un proyecto ambicioso: impulsar aún más la producción de bioetanol en San Luis para darle valor agregado a las cosechas de maíz y, al mismo tiempo, promover su uso como combustible para los automóviles.

El funcionario recibió en su despacho de Terrazas de Portezuelo al ingeniero Orlando Guerra, de la firma cordobesa Oreste Berta, que se especializa desde hace más de ochenta años a la fabricación de motores y a otros servicios de la ingeniería automotriz, y a Gastón González, quien encabeza la gigante proyecto “Tigombú” que se instaló hace algunos años en Buena Esperanza en una estancia de 8.000 hectáreas que se reparten entre agricultura, ganadería, un moderno feedlot y una planta de bioetanol.

“La idea es aprovechar toda esta producción y, con el asesoramiento de la empresa Oreste Berta, pensar, por ejemplo, en destinar este combustible al funcionamiento de los automóviles, lo que generaría menos impacto ambiental y una reducción en el precio del combustible”, explicó el empresario al área de prensa del ministerio.

El bioetanol es un tipo de energía alternativa que se obtiene al destilar el maíz molido. Actualmente, rige una ley nacional que obliga a las petroleras a utilizar un 12% de estos productos en la composición de sus naftas.

Por ello, González remarcó que ellos buscan ” promover la industria etanolera para sacar un valor agregado al maíz, utilizar un mayor porcentaje de este producto y bajar el precio del combustible”.

El encuentro con Freixes, por lo tanto, tuvo la finalidad de empezar a pensar ideas y estrategias para que los agricultores locales tengan una oportunidad más para sacarle rédito a sus cereales.

En ese caso, Oreste Berta actuaría como el laboratorio certificado que valida que se pueda utilizar este combustible en los motores de los automóviles. “Decimos si funciona o qué modificaciones se deben hacer. Estamos a disposición del ministerio y los productores para encarar estos desafíos”, planteó el ingeniero Guerra.

Fuente: Diario La República.

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