Dos íconos de la cultura dulce argentina, Rhodesia y Tita, estrenaron sus latas coleccionables 2025, una propuesta que fusiona historia, diseño y emoción. Con el mismo espíritu con el que marcas como Merengadas, Sonrisas o Chocolinas lanzaron sus ediciones especiales, ahora es el turno de estas golosinas que marcaron generaciones.
Cada presentación conserva la identidad visual clásica de los envoltorios originales: el naranja intenso de Rhodesia y el amarillo característico de Tita. Se trata de una lata tipo canopla, ideal no solo para guardar las obleas sino también como contenedor para recuerdos, accesorios o más golosinas.
En su interior, la versión de Rhodesia trae ocho unidades de 22 gramos y tiene un valor sugerido de $12.790, mientras que la lata Tita, también con ocho porciones de 19 gramos, ronda los $12.130.
Más allá del producto, estas ediciones limitadas apelan a la memoria afectiva de los argentinos. Rhodesia y Tita son mucho más que una oblea bañada en chocolate o una galletita con baño dulce: son parte de las meriendas escolares, los recreos y las sobremesas familiares. Incluso, desde hace años, generan una simpática “grieta” nacional entre quienes se declaran fanáticos de una u otra.
La historia de estas golosinas se remonta a mediados del siglo XX, cuando los hermanos Terrabusi impulsaron la producción de Tita —creada en 1949 como un homenaje familiar— y luego desarrollaron la Rhodesia, que se consolidó como un clásico del kiosco argentino.
Hoy, en formato de lata, ambas marcas invitan a volver a esos momentos felices, demostrando que el sabor del pasado puede tener envase nuevo, pero la misma esencia de siempre.



























