“Ningún familiar de un empleado municipal está por encima de cualquier otro rosarino”

El concejal presentó un proyecto para que los cargos vacantes en la planta municipal se cubran a través de concursos abiertos y transparentes. La iniciativa también busca eliminar los denominados “cargos hereditarios” y reasignar personal a las áreas más críticas de la gestión.

El concejal rosarino Federico Lifschitz propuso una serie de medidas que apuntan a transformar el mecanismo de ingreso y control del personal en la Municipalidad de Rosario. El eje central es un proyecto de su autoría que plantea que cada vacante se cubra mediante concursos públicos, con evaluaciones escritas, entrevistas y exámenes psicofísicos, garantizando igualdad de oportunidades y transparencia.

“Durante mucho tiempo se aplicó otro criterio, un sistema de acomodos y parentescos. Lo que proponemos es que los ingresos dependan de las necesidades reales de la gestión y del mérito de cada postulante, no de a quién se conoce”, remarcó el edil.

Actualmente, el 50% del presupuesto municipal se destina al pago de sueldos, con una planta que ronda los 11.500 empleados. Según Lifschitz, no se trata de la cantidad, sino de mejorar la productividad y reasignar recursos a las áreas más demandadas. “Hoy tenemos más personal en Cultura que en Control, donde faltan inspectores en la calle. Queremos ordenar y optimizar”, subrayó.

Entre los puntos destacados de la iniciativa también aparece la eliminación del artículo 10 del estatuto municipal, que otorga preferencia a familiares directos de empleados para cubrir vacantes. “Eso no sólo genera desigualdad con cualquier otro rosarino, sino que prioriza el vínculo por encima de la idoneidad”, explicó el concejal.

Además, Lifschitz impulsa un censo integral de la planta para actualizar datos que hoy solo llegan hasta 2023 y detectar irregularidades. “Queremos saber quiénes están trabajando, en qué dependencia y cuáles son las áreas ociosas para reasignar de acuerdo a las necesidades reales”, detalló.

El proyecto ya fue compartido con el Ejecutivo y con otros bloques del Concejo, donde –según el edil– existe coincidencia en avanzar hacia mecanismos que “ajusten lo que no funciona sin generar polémica, sino con propuestas que mejoren la prestación de servicios en la ciudad”.

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