La reciente decisión del Banco Nación de otorgar créditos hipotecarios a desarrolladores inmobiliarios —financiando hasta el 100 % de la inversión con plazos de hasta seis años— despertó expectativas en el sector. Para Sebastián Lamelas, la medida es “sin dudas una buena noticia” y tiene el potencial de “multiplicar por diez” la velocidad del desarrollo inmobiliario en Argentina.
“Hay mucha escasez de vivienda y muchos inquilinos. El crédito es lo que permite que haya más propietarios y menos inquilinos. Si logramos un mercado con financiamiento intermedio —para las desarrolladoras— y crédito hipotecario para el consumidor final, el crecimiento puede ser enorme”, sostuvo.
Lamelas comparó el proceso con un semáforo que se pone en verde tras una larga espera: “Hasta que todos los autos arrancan, lleva su tiempo. Pasa lo mismo aquí: hay que reglamentar, definir las exigencias de los bancos, y muchas desarrolladoras deberán adecuar sus modelos de negocio para acceder al financiamiento”.
Reconoció que, en una primera etapa, serán las grandes empresas las que podrán aprovechar la herramienta, mientras que estructuras más pequeñas o informales podrían quedar relegadas. Aun así, subrayó que el rumbo es claro: “Es el norte hacia donde hay que ir, aunque el impacto no será inmediato; llevará años”.
Sobre el escenario económico, recordó que el ministro Luis Caputo plantea que las empresas asuman los nuevos costos con la expectativa de que las propiedades aumenten de valor en el futuro. “Es un poco riesgoso, pero ninguna empresa quiere quedarse de brazos cruzados: tienen una estructura que mantener y un negocio que seguir”, apuntó.
Finalmente, Lamelas coincidió en que la reactivación del crédito y del mercado de capitales será lenta, en parte por el historial de defaults del país. “No va a ser de un día para el otro, pero es una buena noticia y ojalá que funcione para que Argentina vuelva a ser un país con crédito y con otro ritmo de desarrollo inmobiliario”, concluyó.