El reciente anuncio del Banco Nación —en el marco del programa +Hogares— de una línea de crédito para desarrolladores inmobiliarios que financia el 100 % de la inversión, con plazos de hasta 72 meses, tasa BADLAR + 4 p.p., y opciones de garantía como fideicomisos o hipotecas en primer grado, reavivó el debate sobre las condiciones necesarias para impulsar el mercado de la construcción en Argentina.
Consuntado sobre este particular, el titular de Construcciones Fundar SA, Angel Seggiaro, coincidió con la idea de volumen y rotación como factores para el desarrollo empresarial. “A esto sumaría la necesidad de alta eficiencia y profesionalización de las organizaciones para generar rentabilidad”, dijo en diálogo con ON24. Por otro lado, en un contexto de bajos márgenes, evaluó esencial operar con precisión para sostener y hacer crecer las empresas.
Impuestos: lo estructural más que lo simbólico
Para Seggiaro, los pequeños alivios impositivos —como las tasas municipales o ingresos brutos— no representan la clave. Ejemplificó con el caso de Uruguay, donde la postergación por una década de impuestos nacionales fue lo que realmente activó el mercado, más allá de los pequeños descuentos provinciales o municipales.
Crédito vs. capacidad de pago
Aunque exista disponibilidad de crédito, Seggiaro advirtió que el verdadero límite es el poder adquisitivo del comprador: “Si la persona no puede afrontar la cuota con solvencia, no habrá demanda real, por más crédito que se ofrezca”, vaticinó.
Garantías y visión de los desarrolladores privados
El sector ya provee garantías de entrega al finalizar la obra; ese no es el freno. El titular de Fundar dijo que, lo que preocupa es el horizonte de mediano plazo, la realidad de que los bancos todavía no juegan un rol central en el financiamiento de vivienda. Esto, a su juicio, es lo que realmente dilata o condiciona decisiones estratégicas del sector.
Un crédito para “despegar” con cuotas accesibles
Seggiaro espera que las condiciones del entorno finalmente mejoren, de modo que más personas puedan acceder a la vivienda a través de:
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Un plan de cuotas largo (varios años).
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Tasas anuales que no deberían superar el 10 %, para que sea sustentable para la clase media, que es la principal demandante.
En su visión, la producción masiva de viviendas debe responder a esas condiciones: escalabilidad, eficiencia, financiación accesible y sostenibilidad financiera del comprador.
Anuncio del Banco Nación
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La nueva línea busca justamente incentivar la oferta inmobiliaria, financiando hasta el 100 % de la inversión para desarrollos.
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Cumple así con una de las prioridades del sector: contar con financiamiento formal y amplio, más allá de los tradicionales mecanismos (preventas, permutas, financiamiento propio).
Sin embargo, Seggiaro aportó una mirada complementaria: más allá del crédito, es crucial asegurar un ecosistema fiscal y económico que permita que tanto la oferta como la demanda puedan prosperar. El crédito puede ser un detonante, pero la sostenibilidad del modelo está en la eficiencia empresarial, la capacidad de pago de los compradores y un marco fiscal de largo plazo.