El 65% de la Generación Z prioriza la flexibilidad laboral: cómo responden las empresas al cambio

Jóvenes nacidos entre finales de los 90 y principios de los 2000 están transformando el mundo del trabajo. Buscan propósito, bienestar y autonomía, y obligan a las empresas a repensar sus esquemas de presencialidad

En un contexto donde la oficina ya no es sinónimo de productividad para las nuevas generaciones, empresas de todo el mundo se enfrentan al desafío de atraer y retener a los jóvenes talentos que priorizan la flexibilidad, el bienestar y el aprendizaje continuo. En la Argentina, un estudio reciente de Adecco pone cifras al fenómeno: el 65% de la Generación Z no está dispuesto a aceptar empleos que limiten su tiempo libre o exijan presencialidad completa.

Este grupo —conformado por jóvenes nacidos entre fines de los años 90 y principios de los 2000— creció en un mundo digitalizado e hiperconectado, y hoy desafía las estructuras laborales tradicionales. Lejos de aspirar a escalar jerárquicamente en una misma empresa, buscan experiencias que les permitan crecer profesionalmente sin sacrificar su bienestar personal.

“El gran desafío de las empresas hoy es atraer a una generación que no busca la promoción como meta principal, sino el aprendizaje y el desarrollo continuo”, explica Julián Blausztein, HRBP Manager de Cultura y Desarrollo en Adecco Argentina.

Además, señala que la tecnología es parte del ADN de la Gen Z, lo que obliga a las compañías a actualizar su propuesta de valor si quieren captar a estos profesionales. “Esta generación viene con herramientas digitales incorporadas, incluso inteligencia artificial”, agrega Blausztein.

Presencialidad versus autonomía

La flexibilidad laboral se ha convertido en un campo de tensión intergeneracional. Mientras que algunos líderes aún asocian la oficina con control y eficiencia, la Gen Z valora la autonomía y el uso eficiente del tiempo. Para ellos, el bienestar y la posibilidad de equilibrar vida personal y laboral son claves.

“Momentos de desconexión y flexibilidad contribuyen más a la eficiencia que el control absoluto”, sostiene Blausztein.

Políticas laborales: casos concretos

Las decisiones recientes de empresas como Spotify, Mercado Libre, Globant y Big Box muestran que el debate está más vigente que nunca:

  • Spotify mantiene su política “Work from Anywhere”, permitiendo a cada equipo elegir cómo y desde dónde trabajar. Solo se solicita una presencialidad mínima de una semana al año para fomentar la cohesión.
  • Big Box, por el contrario, eliminó el home office y volvió a la presencialidad completa en febrero. “Las experiencias que ofrecemos no son virtuales, son presenciales”, argumentó su CEO.
  • Globant y Mercado Libre tomaron otra vía: cerraron oficinas físicas para reducir costos, evitar despidos y reorganizar sus equipos bajo esquemas remotos.

Lo que buscan los jóvenes

Según Adecco, el 73% de los jóvenes prefiere trabajar en empresas con un fuerte compromiso social. Además del salario, tienen en cuenta:

  • Trabajo remoto y flexible: esencial para equilibrar vida personal y profesional.
  • Aprendizaje continuo: valoran más el desarrollo de habilidades que una carrera jerárquica.
  • Diversidad e inclusión: priorizan entornos donde se respeten valores de equidad y oportunidades reales.
  • Bienestar y salud mental: aprecian culturas que promuevan el cuidado emocional.

Este cambio de paradigma también se refleja en las nuevas formas de búsqueda de empleo: menos CV tradicional, más redes sociales y presencia en plataformas como LinkedIn. Además, cobran relevancia las habilidades blandas, como la empatía, la creatividad y la gestión del tiempo, por sobre los títulos o certificaciones académicas.

Con estas nuevas prioridades en juego, las organizaciones deben transformar su cultura interna, revisar sus políticas de presencialidad y apostar por esquemas más flexibles si no quieren quedar fuera del radar de esta nueva generación. Ya no se trata solo de pagar bien, sino de ofrecer propósito, libertad y crecimiento.

La Generación Z llegó para quedarse y está redibujando el mapa del trabajo. Quien no se adapte, quedará atrás.

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