Cómo reconocer a un idiota

Es una lección de inteligencia y humanidad. Rodearnos de personas inteligentes nos potencia y nos mejora. Por lo general, las personas más amables suelen ser las más inteligentes.

Por Tocqueville en Rosario – @tocquevilleexROS

“Si quieres ser exitoso en este mundo tienes que saber detectar a la gente idiota.
¿Cuál es la mejor forma de reconocer un idiota? Mira a la persona que es cruel”.
Así comienza el discurso de J. B. Pritzker en el acto de graduación de la Universidad de Northwestern.

Es una lección de inteligencia y humanidad. Pritzker es el gobernador del Estado de Illinois pero no es un político tradicional. Viene del mundo de los negocios y es un emprendedor exitoso.

Como dato interesante, su familia fundó la cadena Hyatt y es la creadora del premio Pritzker de arquitectura, que viene a ser como el premio nobel para los arquitectos.
Los discursos de graduación intentan ser inspiradores y éste lo es.

De manera descontracturada y práctica, da consejos muy generales a futuros profesionales sobre cómo alcanzar metas y salir exitosos en proyectos.

Su tesis es simple y bastante obvia: hay que evitar a los idiotas y rodearse de gente inteligente. El adjetivo idiota tiene varias acepciones, pero todas ellas refieren a personas que conviene evitar. Por el contrario, rodearnos de personas inteligentes nos potencia y nos mejora. Relacionar la idiotez con la crueldad tiene sentido. Un idiota se comporta de forma torpe, es inepto, ignorante.

La crueldad es una forma vetusta y torpe de relacionarnos con las personas que indica una involución como especie, volver a la barbarie y actuar como animales, es decir, ser torpes, ineptos e ignorantes. Cuando alguien no es como nosotros, esperamos nuestra reacción más primitiva: agredirlo.

Hemos sobrevivido como especie, atacando a quienes dicen o hacen algo que no nos gusta. Para ser amables, tenemos que dejar de lado ese instinto animal y ser diferentes.

La empatía y la compasión, son estados evolucionados del ser y requieren la habilidad para superar nuestros impulsos más primarios.

Muchos creen que la agresividad da seguridad, y que la dureza y hasta la crueldad sirven para demostrar poder.

Muchos piensan que la empatía y la bondad son características de personas débiles. Sin embargo, cuando alguien actúa de forma agresiva o cruel, fracasa en la primera prueba para vivir en una sociedad avanzada.

Revela que nunca ha forzado a su cerebro animal a evolucionar más allá de su primer instinto y por eso su forma de pensar y de resolver problemas siempre va a carecer de la imaginación y la creatividad que tienen las personas inteligentes.

Así que, estemos atentos. Evitemos siempre a las personas crueles, a los idiotas, y cuando conozcamos personas o busquemos personas para relacionarnos, para tener a nuestro lado, para armar equipo, tengamos presente que, por lo general, las personas más amables suelen ser las más inteligentes.

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