Carta a un peronista

Niega tu lealtad a esas personas que a través de tantas generaciones han pauperizado la Argentina, que han contribuido notablemente a su decadencia económica, cultural y moral.

Por Tocqueville en Rosario – @tocquevilleexROS

“Todos los hombres reconocen el derecho a la revolución, es decir, el derecho a negar su lealtad y a oponerse al gobierno cuando su tiranía o su ineficacia sean desmesurados e insoportables” escribió Henry David Thoreau, un poeta y filósofo estadounidense del siglo XIX. Esta frase que tiene casi 200 años y llama claramente a la desobediencia civil en situaciones inaguantables, parece especialmente escrita para vos, compañero peronista del siglo 21, para apelar a tu patriotismo o al sentido común, si es que tenes -aunque sea algo- de una de estas cosas.

Dejá de lado tu lealtad peronista, niega de una vez por todas tu voto a ese populismo ineficaz que nos ha gobernado 40 años de los últimos setenta.

No hace falta que lo niegues tres veces como Pedro, con negarlo una vez basta, en la próxima elección. Quizás, la pequeña brisa de tu módica acción de no votar por una vez a un peronista o aliado de peronista o peronista disfrazado de otro populismo similar se convierta en el huracán que derrumbe para siempre el castillo de naipes.

Niega tu lealtad a esas personas que a través de tantas generaciones han pauperizado la Argentina, que han contribuido notablemente a su decadencia económica, cultural y moral. No hace falta que proclames tu renuncia a los cuatro vientos, no te pido que te inmoles ante tu tribu.

Haz tu renuncia peronista en la soledad del cuarto oscuro. Allí donde no debería primar ni el fanatismo, ni la herencia familiar, ni el culto a un líder y ni siquiera la esperanza tantas veces defraudada de que alguna vez gobiernen para el bien de la gente. Allí donde debería primar la razón, el sentido común, la empatía por los que hemos sufrido todos sus gobiernos, el amor propio y el amor por tu patria.

En ese momento del voto, estarás sólo con tus pensamientos, no se escuchará el estruendo del bombo, no se escucharán las promesas vacías, no se verán los punteros de barrio ofreciendo recompensas, no se verá el circo que montan los candidatos de tu partido.
Pensá dónde comenzó tu unión con el peronismo que hoy te pido que niegues y dónde
quedó el destino que esperabas alcanzar con esa fidelidad que te exigieron.

Pensá si no debería acabar esa unión que sólo sirvió para separarte del futuro mejor que siempre esperaste y nunca llegó.

No quedan más oportunidades para pasar página y dejar atrás el pasado. La “única verdad es la realidad”, decía el general al que tanta pleitesía le rendiste. Sin embargo, para él y todos los falsos profetas del movimiento, que lo sucedieron, la realidad nunca dejó de ser una construcción mental que había que imponer en la cabeza de la gente para que los votase. Nuestra realidad real es horrible, y es -en buena parte- culpa de ellos.

Es éste el momento para cancelar el populismo. Por eso te pido que lo sueltes de una vez, que lo dejes ir.

Si el apego a la memoria, si la fidelidad sin sentido puede más que nuestros deseos más genuinos, nos quedaremos atados al pasado. Elegí lo que te conviene, lo que hará que estén mejor tus seres queridos, pero mejor de verdad, y no pendientes de un bienestar que nunca llega, ni de regalos que son espejitos de colores, ni de una “limosna” que te esclaviza, pan para hoy hambre para mañana.

Como dice Andrés Calamaro: “me gusta cuando estás, me gusta si te vas, no sé de qué manera me gusta más,…si pudiera elegir sabría qué decir”.

Así que, por favor, aprieta bien los dientes y masculla alguna oración, un mantra o una puteada que te salga de las tripas. Pero de una puñetera vez negá a aquellos que siempre han buscado el poder, por el poder mismo, y dales una lección a todos los que se han dejado llevar por la ambición, pasando por encima del interés de todos y del tuyo propio.

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