Inflación a futuro: lo que hay que saber y dónde invertir

Ayer por la tarde, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) divulgó el dato de inflación del mes de abril, reportando que la variación mensual se situó en 2,8%, con un aumento entre abril 2024 y abril 2025 del 47,3%.

Este último dato reflejó una desaceleración respecto a la cifra reportada el mes anterior, que se ubicó en torno al 3,7%. Entre las categorías que más subieron, destacan “Restaurantes y Horeles” y “Recreación y Cultura”, con subas del 4,1% y 4,0%, respectivamente. 

Por otra parte, la inflación núcleo (precios menos volátiles de la economía) se mantuvo en el mismo nivel que en marzo, ubicándose en un 3,2%. 

¿Cómo sigue el plan del gobierno? 

Luego de un mes de abril con mucha volatilidad de por medio, se moderaron las expectativas del mercado y se encuentran rotundamente orientadas hacia un camino con menores niveles de inflación para los próximos meses en comparación con los proyectados en meses previos. El mercado esperaba que el inminente acuerdo con el FMI traiga aparejado algún cambio en el esquema cambiario que pueda tener impacto posterior en inflación. Si bien parte de la hipótesis se cumplió, la presión inflacionaria fue muy baja post salida del cepo. Esto llevó a los actores del mercado a reconfigurar sus expectativas de inflación.

A su vez, el Banco Central publicó los resultados del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) de abril. Con un nuevo esquema cambiario ya puesto en marcha, los actores del REM proyectaron nuevamente los números de inflación para los próximos meses. Los participantes han ajustado al alza sus proyecciones de inflación en comparación con el REM anterior, pero hay que tener en cuenta que el REM de marzo no tenía incorporado el dato de marzo y una salida del cepo. La proyección de inflación para 2025 ascendió a un 31,8%. Este número continúa alejado del 18,3% del presupuesto, mientras que las expectativas del mercado son más optimistas, en el orden del 24,0%.

La proyección de inflación núcleo también aumentó para 2025, exhibiendo una inflación anual en el componente menos volátil del 30,7%. La inflación esperada para mayo subió levemente, sería de 2,8% (que podría moderarse en vistas del dato del IPC de abril), en junio de 2,2% y en junio la inflación continuaría en la barrera del 2,0%, para luego mantenerse en esos niveles sin poder romperla de forma contundente.

Inflación a futuro: Lo que hay que saber

La preocupación por bajar los niveles de inflación por parte del Gobierno es primordial, más aún de cara al proceso de elecciones, donde varios números bajos de inflación podrían ser utilizados como capital para el oficialismo. Es por esto que, junto a un esquema monetario que se puede torcer a un tinte más restrictivo y un tipo de cambio con dinámica favorable para los próximos meses, el camino de la desinflación definitivamente va a volver a decir presente.

Si bien creemos que la dinámica del tipo de cambio financiero es crucial para la formación de precios en la economía argentina, dado que impacta en las expectativas de los comerciantes, gran parte del efecto de suba de tipo de cambio fue internalizado en marzo. Es por esto que, nos mantenemos optimistas acerca de la inflación venidera, y serán muy importantes los datos de alta frecuencia que se vayan publicando durante el cierre del corriente mes para determinar la dinámica inflacionaria en un contexto sin shocks exógenos.

Las tasas de inflación que espera el mercado se han reconfigurado fuertemente a la baja con la volatilidad a la que estuvo expuesta el mercado de renta fija en pesos. Estas son las conocidas tasas de inflación break-even, donde el rendimiento obtenido por un bono tasa fija y un bono ajustable por CER se igualan. Estas expectativas se encuentran en una inflación promedio por debajo del 2,0% hasta fin de año, desacelerándose en el margen a partir del año siguiente. Con base en esta dinámica vista particularmente desde la salida del cepo, el mercado se ha tornado más optimista respecto a la desinflación, esperando una inflación anual en 2025 del 24,0%.

 ¿En que invertimos?

LECAP Julio 2025 – S31L5 (Corto plazo)

Las LECAPs son instrumentos en pesos emitidos por el Tesoro Nacional que capitalizan sus intereses mensuales y abonan el monto total al vencimiento. La S31L5 se trata de una Letra Capitalizable a 77 días (vencimiento el 16/04/25) que pagará un rendimiento mensual del 2,55%, permitiendo establecer una tasa determinada por un período de dos meses y medio, a la espera de que la inflación del período se sitúe por debajo.

Al mantenernos optimistas acerca del proceso de desinflación en el corto plazo, proyectamos el rendimiento de esta LECAP por encima de los niveles de inflación que probablemente veamos en junio y julio.

Además, el rendimiento se encuentra por encima de un plazo fijo tradicional, con la ventaja de poder disponer de la liquidez en 24 horas. Si invertís en la Letra $100.000 te pagará al vencimiento $106.620.

Boncer Marzo 2026 – TZXM6 – (Mediano plazo)

Es un bono cero cupón con vencimiento en marzo del 2026 que ajusta su capital por la inflación a través del coeficiente CER y amortiza íntegro al vencimiento.

Su vencimiento dentro del próximo año nos permite fijar una tasa real, superior al promedio, por un período más extenso. Actualmente, rinde CER+9,0% anual, y tiene una duración de 0,81 años.

Pensando en un perfil más agresivo, el TZXM6 podría otorgar una ganancia de capital superior al materializarse una baja en las tasas reales.

Autor: Maximiliano Donzelli, Head of Strategy & Trading en IOL

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