En agosto se definen los términos de la salida

El ministro de Infraestructura, José Garibay, espera tener a fin de año todo dispuesto para que un nuevo concesionario se haga cargo de la administración de la autopista Rosario Santa Fe, luego de la decisión del gobierno provincial de finalizar el contrato con ARSSA.

La concesionaria a su vez intentaría retirarse unilateralmente y contrataría a una auditora antes de abandonar la concesión para fortalecer su posición y poder reclamar una deuda que ascendería a los 100 millones de pesos.

 Agosto sería la “deadline” que se ha tomado la provincia para definir la salida amigable o no de la concesionaria e iniciar el nuevo llamado a licitación, que tendría entre sus condiciones conservar las actuales fuentes de trabajo.

A su vez la administración de Miguel Lifschitz no descarta un aumento del peaje durante el tiempo de transición entre ambas concesionarias, de la mano del inicio de obras de pavimentación.

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