Cómo concretar las políticas agropecuarias que necesitamos

El avance de la campaña electoral sin propuesta de una política integral agropecuaria para los partidos o coaliciones políticas, me convenció que más rápido que pronto tenemos que cambiar, para poder proponer y concretar dichas políticas desde el sector agropecuario en forma urgente. No hay alternativa, hay que dejar los individualismos de dirigentes y entidades, uniéndose definitivamente en forma institucionalizada para concretar las políticas de estado agropecuario y agroindustrial que necesita el país.

Las conclusiones que dejo el importante seminario “La Energía en la Argentina” organizado por el Grupo de Ex Secretarios de Energía me confirmó que hay otras formas de trabajar gremialmente para concretar las políticas de estado.

En la misma línea están las conclusiones que dejo el primer panel del Simposio “Mercosur y China más Países Árabes en 2030” organizado por FAUBA en el cual todos los panelistas pusieron mucho énfasis en la unión y organización de países, de entidades y en la formación de los empresarios y dirigentes, para poder estar a la altura de dichas negociaciones ahora y en el futuro al ser entre profesionales, para concretar integraciones a largo plazo sostenibles en el tiempo y en forma permanente su abastecimiento de escalas y de calidad que necesitan dichos países.

Después de un trabajo en conjunto de los ex secretarios de energía a través de muchos años, haciendo las críticas y las propuestas coyunturales a las políticas energéticas de este gobierno, demostraron que esa unión, a pesar de las diferencias, le permitieron avanzar en lo que sería los puntos principales de una propuesta a 20 años que necesita el país, para poder atender el crecimiento de demanda de energía que se va a dar por las mayor inversiones con el cambio de gobierno. Estas ideas son compartidas por todos los espacios políticos de la oposición, que se comprometieron formalmente a llevarlas adelante cuando sean gobierno, más allá si le toca ganar o perder. 

Por lo tanto después de observar la campaña y asistir a estos dos eventos sigo pensando con más énfasis que tiene total actualidad mi propuesta de cómo debería trabajar el sector agropecuario para poder unificar algún día una propuesta de estado agropecuaria y agroindustrial para que nuestra dirigencia esté a la altura de poder sentarse a la mesa de discusión con una propuesta y una sola voz en representación de todo los sectores agropecuarios.

Vengo proponiendo que un proyecto agroindustrial a largo plazo necesita de entidades institucionalmente unidas para trabajar por decisiones mayoritarias para poder desarrollar una acción pública-privada alejada de los temas de coyuntura. Para poder cumplir con dicho objetivo asumamos que hay que cambiar las formas de trabajar y gestionar el país. Recorriendo el mismo camino los resultados será el mismo. El país necesita cambios profundos para incluir a todas las regiones y sus habitantes, en un proyecto planificado de crecimiento y desarrollos inclusivos, apoyado por el aumento sostenido de las producciones, transformaciones y exportaciones del complejo agroindustrial, gestionadas por grandes y pequeños emprendedores privados orientados por el funcionamiento libre de los mercados.

La mayoría de los partidos de la oposición tienen asumido en su eje de campaña el rol fundamental del Complejo Agroindustrial en el futuro desarrollo del país. Falta consolidar esas ideas dispersas en un proyecto planificado nacional. La acción geopolítica que cumple el sector agropecuario ya está demostrada en muchos países y lugares de nuestro territorio, siendo irremplazable por otros sectores. Todas las actividades y habitantes que pueblan nuestro territorio, directa o indirectamente viven del sector agroindustrial.

Por lo tanto, para poder ayudar a concretar dichas políticas no debe seguir el agro trabajando gremialmente como lo venimos haciendo. No es sostenible la actual acción gremial en la nueva gestión del gobierno en el 2016 con ideas o propuestas individuales de cada entidad. Necesitamos consensuar propuestas por mayoría entre todos los productores para llevar a la mesa de diálogo y consenso, con los otros sectores económicos y sociales, las políticas de estado que necesitamos. 

PROPUESTA: 

Por lo tanto, la principal política de estado para que el complejo agroindustrial pueda acompañar eficientemente al desarrollo del país es un proyecto de ley para promover la unión institucional de las entidades nacionales, fijándoles a los productores un aporte gremial obligatorio para financiar dicha gestión.

Debemos imaginar un sistema moderno más abarcativo, ágil y efectivo que defienda real y efectivamente los intereses del sector. Llevar a la práctica un sistema como el que viene desarrollando Brasil desde 1964, cuando planificó el rol de la producción agropecuaria y agroindustria, creando por ley la Confederación Nacional de Entidades Agropecuarias (CNA). El objetivo, que se cumplió, era trabajar en una acción institucionalizada pública-privada permanente en las defensas de las propuestas, sanción de las mismas y control de las gestiones de las políticas públicas.

Hoy en día, sus dirigentes tienen un gran protagonismo en el trabajo parlamentario y en la ejecución y seguimiento de la políticas públicas, tanto a nivel nacional e internacional, mostrando a los productores mucho más unidos que al inicio del sistema, con resultados concretos después de 50 años. No por casualidad la presidente de CNA y senadora nacional Kátia Abreu hasta el 31-12-2014 acaba de asumir el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento en el nuevo gabinete de Dilma Rousseff en Brasil.

Brasil pasó de producir 58 millones de granos a 187 entre el 1991 y 2013. Como resultado de esa expansión entre 2002 y 2013, cuadruplicó el ingreso de divisas del sector, pasando de 25 a 100 millones de dólares. El año pasado, el superávit de la balanza comercial agropecuaria alcanzó el record de 83.000 millones de dólares. El agro se convirtió en la locomotora de la economía, con el 23% del PBI, el 30% del empleo y el 42% de las exportaciones. Todo esto lo pudo hacer Brasil porque planificaron su crecimiento a largo plazo para exportar alimentos y energía, constituyeron las instituciones para poder concretarla como muestran los actuales resultados, entre las cuales estaba la unión de las entidades agropecuaria en la CNA. 

Por lo cual mi propuesta tiene plena vigencia si queremos producir un cambio de 180 grados en nuestra acción gremial, es crear una entidad similar a la CNA de Brasil. Esta nueva entidad debe estar integrada por todas las entidades gremiales nacionales más AACREA y AAPRESID, en una Fundación o Centro de Estudios Estratégicos. Esta entidad recibiría el aporte de todos los productores por un sistema de recaudación obligatoria establecido por ley, como mínimo de un 1%. Es fundamental para concretar esta propuesta la inclusión de las seis entidades: no se puede pretender recaudar a todos los productores, si muchos de ellos no se sienten representados. 

La Fundación o Centro de Estudios Estratégicos, por medio de un Consejo Directivo representante de las seis entidades, sería la responsable de implementar las políticas dispuestas y de distribuir los fondos según sean los objetivos y los porcentajes fijados previamente por el estatuto de formación. Entre los cinco objetivos principales debemos mencionar los siguientes:

1- Proponer, elaborar, concretar y hacer un seguimiento de todas las políticas de estado que tienen directa influencia para la producción, transformación, exportación y comercialización del sector agropecuario y agroindustrial.

2- Ejecutar en forma permanente un trabajo de lobby profesionalizado interno y externo, a nivel público y privado, a fin de mejorar la competitividad del sector.

3- Proponer y trabajar en todas las modificaciones necesarias para mejorar la educación, la investigación y formación laboral, inclusive en diseño de carreras cortas y de oficios.

4- Diagramar y ejecutar en forma permanente campañas de comunicación y marketing que sean necesarias para ir cambiando la imagen pública del sector agropecuario y agroindustrial.

5- Distribuir equitativamente el aporte dispuesto para la acción gremial en las entidades nacionales y hacer el seguimiento de que dichos fondos cumplan con los objetivos dispuestos por la ley.

Este sistema permitirá concretar propuestas por mayoría, terminando con los descreídos, que creen que es imposible trabajar unidos sin perder la propia identidad de cada una de las entidades.

Señores Dirigentes: Mientras que esta propuesta de ley este vigente, hay que fijar una metodología de trabajo gremial que nos permita unificar las propuestas de coyuntura para salir de la actual crisis por la deformación de precios relativos .

No esperemos que cambien solos los gobiernos sus políticas. Cambiemos alguna vez nosotros haciendo las propuestas que necesitamos. Asumamos que llegó el momento de cambiar el actual gremialismo si queremos conseguir resultados diferentes. No permitamos más que nos sigan dividiendo para que puedan reinar los políticos y los otros sectores económicos, discriminando al agro y al interior del país.

Llegó la hora de avanzar por medio de un gremialismo profesional para hacer el seguimiento de las políticas generales y sectoriales y hacer las correcciones que necesita el Complejo Agroindustrial que necesitamos en el siglo XXI. Pero fundamentalmente qué necesita el país, con un Complejo Agroindustrial más pujante, dinámico y competitivo, para poder dar un salto de productividad en base a las nuevas tecnologías y el manejo moderno en la gestión empresarial, para consolidar un proyecto de crecimiento y desarrollo a largo plazo que nos permita, en una primera etapa duplicar las exportaciones del sector agroindustrial acompañado por los otros sectores de la economía y asegurar de esta forma la mesa de todos los argentinos.

 

Autor: Arturo Navarro – Consultor – Ex-pte CRA

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