Celulosa Argentina S.A. comunicó formalmente a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires la paralización total de sus plantas industriales en Capitán Bermúdez (Santa Fe) y Zárate (Buenos Aires). Según detalló en su nota enviada el 30 de julio, ambas instalaciones quedaron inactivas por falta de insumos y capital de trabajo. Solo se mantienen tareas mínimas de mantenimiento con personal propio.
La firma atraviesa una crítica situación financiera, con deudas por más de USD 128 millones, de las cuales el 56% tiene vencimientos inmediatos. En mayo entró en cesación de pagos y en junio presentó una propuesta de reestructuración ante la Comisión Nacional de Valores. Sin embargo, uno de sus acreedores ya solicitó la quiebra ante la justicia comercial de San Lorenzo.
En su comunicado, Celulosa atribuyó el colapso a una combinación de factores: caída del 32% en ventas locales, rentabilidad en baja en el comercio exterior y un fuerte encarecimiento del financiamiento en dólares, impulsado por las tasas del mercado financiero.
Con más de un siglo de trayectoria, la papelera busca adhesiones para evitar la judicialización del proceso. Mientras tanto, el freno productivo impacta de lleno en el cordón industrial santafesino y bonaerense, y deja un alto grado de incertidumbre sobre el futuro laboral y operativo de la compañía.