“El edificio es como un traje que nos quedó grande”

“Esa construcción habla de la grandeza con la que se pensaba al país, por lo tanto, este cierre habla de la pequeñez con la que termina siendo la Argentina en el concierto de naciones expresó con pesar el presidente del Colegio de Arquitectos.

El anuncio de la retirada de la firma chilena Falabella de Rosario, y del histórico edificio de peatonal Córdoba y Sarmiento, deja de manifiesto un sinfín de problemáticas que se superponen y que hablan del momento que vive el país. La ida de la firma que funcionó en Rosario desde el año 1995 no sólo se lleva consigo puestos de empleos perdidos; también le aplica un nuevo golpe al centro rosarino vaciando su ochava más emblemática.

La construcción más imponente del centro rosarino nació con el objetivo de ser una tienda. La chilena Falabella ocupó en los 90’ el nombre que la histórica La Favorita de la familia García dejó vacante. Con toda su grandeza, la que nació en 1881 con el primer comercio “La Favorita”, una suerte de mercería, que se consagró definitivamente en 1927 cuando tomó forma el impactante edificio que se erigió en la esquina de Córdoba y Sarmiento.

Una esquina que durante un siglo fue la tienda más destacada de la ciudad, en dos meses vacía sus estanterías y cierra sus puertas.

ON24 dialogó con Rubén Fernández, presidente del Colegio de Arquitectos región Rosario, sobre el valor simbólico que tiene la estructura para la ciudad, y su cierre definitivo. Conmovido, Fernández fue categórico en su apreciación: “Esa construcción habla de la grandeza con la que se pensaba al país, por lo tanto, este cierre habla de la pequeñez con la que termina siendo la Argentina en el concierto de naciones. Lamentablemente el edificio es como un traje que nos quedó grande”.

“Rosario tiene un patrimonio de un emblema y unas características en donde con la arquitectura se podía dimensionar la potencia que tenía la ciudad, el país. Estamos hablando de una época gloriosa y soñada”, señaló el presidente del Colegio de Arquitectos sobre el enorme edificio que hoy se conoció que quedará vacío.

La magnitud de la construcción, que nació con el objetivo de ser una tienda, un gran comercio, es sólo equiparable a pocas otras construcciones en la ciudad, según refiere el arquitecto: El Edificio del Correo Central en cuanto a su espacialidad, y el edificio de la Aduana. “La magnitud que tiene el edifico de la Aduana habla de la magnitud que tuvo que haber tenido el puerto de Rosario con respecto al comercio en el mundo”, señaló y remarcó: “bueno, La Favorita, que hoy anuncia su cierre, tiene esa misma magnitud”.

“Pocas tiendas de la época adquirían esa dimensión, muy pocas. Cuando entras ves la magnitud de todos sus pisos, lo imponente de su escalera, su espacialidad, una construcción con huellas de todas las corrientes emigratorias que se asentaron en el país. Eso marca la grandeza con la que se pensó la tienda, y la grandeza de espíritu que había para pensar un edificio de esas características habla de la grandeza de como se pensaba al país. El cierre habla de la pequeñez que estamos teniendo como país, es muy simbólico”, cerró.

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