Gerardo Bongiovanni: “Viviremos un tiempo de incertidumbre y luego habrá que contabilizar las pérdidas”

El presidente de Fundación Libertad relató su experiencia en Madrid, desde su cuarentena

Llegado al país hace pocos días y realizando la cuarentena correspondiente en su departamento de Rosario, Gerardo Bongiovanni, presidente de Fundación Libertad, habló sobre su experiencia en España durante el “estallido” del coronavirus. A lo largo de la entrevista, narró en primera persona la “improvisación” y el “caos” lógico de los aeropuertos, los escuetos controles sanitarios y la progresión del contagio.

¿Cómo fue la experiencia de haber estado en Madrid en plena pandemia?

La verdad que fue muy impactante. Ya había casos de coronavirus en España, pero la semana pasada fue cuando se produjo el estallido, el pico y la psicosis; también, las medidas del gobierno para intentar contener la pandemia. 

Yo llegué a Madrid el viernes seis y la verdad es que estaba bastante normal la ciudad; de hecho, el fin de semana los restaurantes estaban llenos. Sí se veía una preocupación latente. 

Después del lunes se empezaron a mostrar datos que daban cuenta de la espiralización del virus y el aumento de manera exponencial de la cantidad de casos comprobados y de consultas. Yo diría que el quiebre fue el martes cuando se vio una pirámide impresionante en cuanto a la aceleración de casos y, a partir de allí, se ve un vértigo en cuanto a la preocupación social por un lado y también de medidas que fue tomando el gobierno.

Madrid ahora parece una ciudad en guerra, que es algo que muchos dicen. Me parece que España al principio no lo tomó del todo en serio y ahora están asumiendo la gravedad y tomando medidas draconianas.

¿Con qué panorama se encontró al llegar al país?

Llegué el sábado por algunas demoras causadas por controles sanitarios en Madrid y en San Pablo. Yo tenía mi vuelo ya programado para volver por esa vía. El aeropuerto estaba un poco caótico pero la verdad que con pocas medidas de control. Cuando tomé el vuelo de San Pablo a Buenos Aires me hicieron completar una planilla; una suerte de declaración jurada donde nos preguntaban si teníamos alguno de los síntomas del virus y la contestamos. Luego resultó que no había planillas para todos los pasajeros, entonces pidieron que los que no habían llenado planillas no bajaran del avión. Luego había dos personas pidiéndonos las planillas cuando nosotros ya se las habíamos entregado al personal de abordo de la compañía Latam. 

Se veía un cierto caos lógico de estas situaciones, aunque entiendo que ahora ya se ha ido mejorando. Incluso pregunté en algunos puestos acerca de cómo ponerme en cuarentena y las respuestas que me dieron eran un poco variadas. En síntesis, creo que es algo lógico, un cierto desorden, cierto caos, cierta improvisación, al igual que en España, pero espero que haya ido mejorando.

¿Cómo calificaría la forma en la que el Gobierno está manejando la crisis?

Me cuesta opinar sobre cómo el gobierno está manejando la crisis. Creo que es una buena señal que la oposición esté acompañando en esto que excede la política partidaria y cualquier coyuntura política y económica. 

Me parece que el gobierno argentino y los argentinos en general tenemos la ventaja de tener cierta información de cómo ha sido el proceso en otros países y tenemos que aprovechar esas experiencias. Estas políticas de aislamiento y permanencia voluntaria en las casas y de tratar de evitar todo contacto social son muy importantes. 

En cuanto al congelamiento de los bienes, es entendible que el gobierno lo haga, pero no sirve para nada. Cuando uno congela el precio de un bien, éste desaparece del mercado. La solución debería pasar por un estímulo a la producción rápida de ese tipo de bienes y sí es un poco absurda la reacción de la gente de ir a acaparar productos de una manera desenfrenada. No le encuentro mucho sentido porque no sabemos cuánto va a durar esto. También hay que decir que es una conducta social que se da siempre y lo vi en España.

¿Cómo notó el ánimo del sector empresario?

El ánimo en los sectores empresariales y económicos es muy preocupado. Sabemos algunas de las consecuencias que se ven al día de hoy, el derrumbe de las bolsas y todo el efecto pobreza que eso genera. La verdad es que en las bolsas del mundo y especialmente en los países desarrollados confluyen de manera directa ahorros de millones y millones de personas y no solo de los grandes empresarios. 

Hay sectores que ya la están viendo negra, como todos aquellos que trabajan con el movimiento de personas. España tuvo el año pasado 84 millones de turistas, en una economía que se mantiene a flote en gran parte gracias a eso. 

En general, el daño para las economías va a ser muy grande y también lo será para la Argentina, aunque es muy prematuro decir de cuánto. Vamos a vivir ojalá poco tiempo de gran incertidumbre y luego habrá que contabilizar las pérdidas que seguramente serán muy grandes.

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