De febrero a julio: Cronología del humo en Rosario

Desde comienzos de febrero el humo y el fuego de las islas ocupa los titulares de los medios locales

La primera ven en 2020 que el humo fue noticia en los medios de comunicación fue en los primeros días de febrero. En ese momento, se anunciaban algunos focos en las islas entrerrianas, ubicados a la altura de Villa Gobernador Gálvez y de la Zona Norte de Rosario. Desde entonces, la problemática vuelve a reeditarse mes tras mes, para junio ya había unas 6000 hectáreas del humedal quemadas. Recopilamos una cronología del humo a lo largo de este año para ver cómo ha avanzado el conflicto que afecta la calidad del aire de los rosarinos.
Ante el abundante humo que llegaba desde el Paraná, la prensa local comenzaba a ocuparse de la cobertura del tema. El lunes 3 de febrero, La Capital citaba al segundo jefe del cuerpo de Bomberos Voluntarios de Victoria, Fabián Dayde, quien en declaraciones a La Ocho, explicaba que “los focos suceden a 15 o 20 kilómetros de Rosario, eso explica aún más que es gente que llega desde la provincia de Santa Fe”. La hipótesis expuesta por el bombero se basaba en la cantidad de gente que acampaba en zonas no permitidas del humedal y luego no apagaba correctamente sus fogatas.
Ya en marzo, ante la falta de soluciones, la Municipalidad decidió llevar el caso a la Justicia Federal. Juliana Conti, secretaria Legal y Técnica del municipio, presentó una denuncia penal contra quienes fueran los responsables de los incendios de pastizales. Según se advertía en la denuncia, lo ocurrido se calificaría como “delito penal de acción pública”, dado lo visibles que resultaron los efectos del fuego y el humo.
En el plano político, Pablo Javkin declaró en Twitter: “Como intendente voy a exigir una solución a este problema que afecta a Rosario”. En el mismo acto, informaba que se había efectuado “una denuncia penal para que se identifiquen a los responsables de las quemas y se exija el control en el cumplimiento de la normativa”.


Quien respondió a las palabras de Javkin fue nada menos que Miguel Lifschitz, que reclamó en la misma red social que “el problema de las quemas de pastizales en las islas es más profundo. En realidad, debiéramos discutir si se puede admitir el uso productivo de un ecosistema natural que forma parte de uno de los humedales más importantes del mundo”. Más tarde, el intendente rosarino retrucaría aclarando que entendía la gravedad del caso. “Sin embargo, mi obligación primera es actuar sobre lo que está sucediendo en estos días, para defender a los rosarinos. Un abrazo, Miguel”, cerró.
Chicanas políticas aparte, llegaba ayuda del Gobierno Nacional para intentar controlar la situación. Un avión hidrante y un helicóptero sobrevolaban la zona afectada e intentaban apagar los principales focos ígneos. Sin embargo, cada vez más humo llegaba a Rosario a causa del viento. Aquella primera hipótesis de las fogatas descuidadas ya había quedado prácticamente descartada; se apuntó contra los productores ganaderos que buscaban acondicionar el terreno para nuevas pasturas. Por su parte, el Secretario de Protección Civil de Santa Fe declaraba en Radio 2: “Los focos están bastante controlados. Lo aclaro porque la gente se asusta por lo que sucedió en Australia”.
Finalmente, fue la lluvia la que aportó una solución transitoria al asunto. Sin embargo, se organizó una reunión convocada por el gobierno provincial, junto a representantes de Nación y de las ciudades y comunas del cordón que va de Capitán Bermúdez a Villa Constitución. Se suponía que asistirían funcionarios de la Secretaría de Medio Ambiente de Entre Ríos, pero finalmente no integraron la mesa. Tampoco asistieron autoridades de Victoria.
En mayo, los incendios y el humo recobraron el protagonismo en el horizonte y el aire de Rosario. Focos ubicados frente a Villa Gobernador Gálvez y San Lorenzo seguían activos. También se produjo el pico, hasta ese momento, en cuanto a la suba de la cantidad de focos ígneos: 68 y 362, respectivamente. Ante la situación cada vez más grave, Javkin amplió la denuncia que había realizado el 3 de marzo, destacando a lo ya expuesto que “el humo afecta negativamente los síntomas de la infección de Coronavirus y empeora el pronóstico de pacientes con esa enfermedad”. A esta altura, la bajante del Paraná también contribuía a la preocupación y malestar general por la situación.
Hacia junio, se estimaba que el área quemada rondaba las seis mil hectáreas. En una nueva reunión autoridades de Entre Ríos se comprometieron con la suspensión de las quemas, firmando un acuerdo con Estado Nacional, Provincial Santafesino y Municipal de Rosario. “Es la primera vez que representantes de Santa Fe, Entre Ríos y cuatro ministerios de la Nacioón nos reunimos en la ciudad para hablar de este tema. Sigamos así, con diálogo y trabajando juntos”, escribía en su Twitter Pablo Javkin.


Mientras tanto, la causa penal seguía sin imputados. Según argumentaba el secretario de Ambiente de la provincia de Entre Ríos, la falta de intervención se debía a lo dificultoso de determinar la intencionalidad o la negligencia en el inicio de los incendios. El 15 de junio, Javkin informaba en su Twitter que todavía quedaban 40 focos activos, al tiempo que llegaban 65 brigadistas que llegaban a combatir el fuego. Sumado a la noticia, el intendente reclamaba justicia para los responsables que todavía no estaban identificados.
En las últimas semanas, el escenario se ha repetido casi sin modificaciones. Sin embargo, al malestar se suman algunas mediciones de la calidad del aire efectuadas por el Sistema de Alerta Temprana de la región. La zona de Avenida Pellegrini y del Monumento a la Bandera fueron las que registraron un mayor nivel de partículas en el aire, seguidas por Parque España. Según la clasificación empleada, la contaminación en las dos primeras es suficiente para producir daños en la salud, mientras que la segunda representa riesgo para población sensible. La Florida y los Silos Davis presentan un nivel de contaminación moderado.

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