Ante la baja de homicidios, desde el gobierno aclaran: “Tres meses no son una tendencia consolidada”

Esteban Santantino, secretario de Análisis y Gestión de la Información del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Santa Fe, analizó los datos y la situación de inseguridad en Rosario

Pese a los estremecedores hechos de violencia acontecidos en Rosario en el último mes, marzo cerró como el mes menos violento en una década (2014-2024). El primer trimestre arrojó un total de 35 crímenes acumulados, 58% menos que en 2023. Sin embargo, Esteban Santantino, secretario de Análisis y Gestión de la Información del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Santa Fe, aclaró: “Sería irresponsable salir a plantear que estamos bajando el delito como si fuese una gran victoria, en un marco de conmoción. Tres meses no son una tendencia consolidada”.

Según Santantino, “no hay un motivo concreto para explicar la baja en los homicidios”. No obstante, dijo: “Entendemos que el trabajo más quirúrgico nos permite poder ir identificando una tendencia hacia la baja de ciertos indicadores de circulación de violencia, que no es solo los homicidios. Tenemos que ser responsables y dejar pasar el tiempo para ver si las decisiones que estamos tomando efectivamente logran consolidar la tendencia”.

En cuanto a las muertes ocurridas en marzo, que incluyeron como víctimas a un playero de una estación de servicio y a dos taxistas, sostuvo: “No es lo mismo un homicidio con claro objetivo de generar conmoción social. Las políticas de seguridad pública se trabajan en una dimensión objetiva y en una subjetiva”.

Además, indicó que los grupos criminales detrás de este tipo de actos “no tienen una estructura jerárquica claramente organizada”. Por el contrario, describió que “hay una multiplicidad de grupos, muchos son clanes familiares, pero sus estructuras son muy inestables en cuanto a la acción. No son grandes cárteles, ni las Maras salvadoreñas”.

En este sentido, destacó el rol del despliegue operativo del comando unificado con las fuerzas federales. “Muchas veces hay un cuestionamiento acerca de que no se los ve. Quizás tiene que ver con la planificación del despliegue operativo que tiene el comando en esta etapa. No he salido a hacer operativos de alta visibilidad y controles para poder bajar la sensación de inseguridad, que es muy importante y hay que hacerlo, sino que se ha priorizado ciertas zonas donde se concentran los indicadores de violencia”, explicó.

Por último, se refirió a los recursos de los que disponen las fuerzas de seguridad. “Comprar tecnología no es modernizar un cuerpo policial. Sin una planificación acerca de cómo se va a integrar la tecnología enmarcada en un sistema de seguridad, simplemente es gasto de plata. Eso es lo que nos encontramos. Los drones comprados por la gestión anterior no estaban funcionando, los teléfonos robustos estaban todos apilados junto a las bodycams en distintos lugares sin utilización. Hoy, de a poco, vamos recuperando la posibilidad de hacer algo útil para el trabajo policial”, concluyó.

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