Le pone precio a la Independencia

300 millones de euros, por temor a que se caiga un acuerdo por naming del nuevo Camp Nou

Algo ha cambiado en el FC Barcelona. Durante años, el club catalán ha sido uno de los motores del independentismo, convirtiendo su estadio, el Camp Nou, en multitud de ocasiones en el escenario ideal para toda clase de reivindicaciones soberanistas, la mayoría de ellas impulsadas desde la ANC o desde Òmnium. Sin embargo, desde que el pasado fin de semana fuera proclamada de manera unilateral la independencia, un estruendoso silencio se ha apoderado del club azulgrana.

Tras la declaración de independencia de Cataluña el pasado viernes, ninguno de los tres clubes catalanes que disputan en la actualidad LaLiga Santander ha emitido comunicado oficial al respecto. Y aunque es evidente que es un asunto que afecta de igual manera a las tres entidades, había una enorme expectación por conocer cual sería el pronunciamiento del FC Barcelona al respecto, interés porque la postura oficial del club al respecto se ha suavizado en las últimas semanas.

Tanto es así que dicha postura oficial ha sido el detonante del distanciamiento en la relación del Barcelona con el independentismo que no ha gustado nada en las filas separatistas. Que el club azulgrana prohibiera la entrada de pancartas en favor de la liberación de “los Jordis”, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, líderes de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmniu Cultural, en el último partido de Champions League y de la Euroleague de baloncesto, pancartas sustituidas por otra que rezaba “Diálogo, respeto y deporte”, ha supuesto un punto de inflexión en la postura oficial azulgrana, sobre todo cuando el propio Bartoméu defendió dicha liberación ante los socios en la última asamblea de compromisarios.

300 millones de dólares

Sin embargo, la figura del marketing deportivo parece estar detrás de toda este nuevo posicionamiento azulgrana con respecto a la independencia. Hace tan solo unos días se filtraba a la prensa la reunión que habrían mantenido representantes del FC Barcelona, entre los que se encontraba Enrique Tombás, tesorero de la entidad, con entidades financieras catalanas para valorar la viabilidad de la financiación de las obras de remodelación del nuevo estadio, valoradas en más de 600 millones de euros.

Como parte del aval para dicha reforma, Tombás puso encima de la mesa un principio de acuerdo que ya se habría alcanzado con una multinacional norteamericana que se haría con los derechos del naming del nuevo Camp Nou a cambio de 300 millones de euros, casi 100 millones más de los que inicialmente tenía previsto el club ingresar por este concepto.

No se conocen más detalles de dicho acuerdo aunque sí podemos decir que no es Amazon como se ha venido especulando en medios de comunicación en los últimos días, al entrar en conflicto directo con Rakuten, patrocinador oficial de la camiseta del club. Lo que sí se sabe es que una de las condiciones impuestas por dicha compañía es que el club azulgrana modere su postura respecto a la independencia de Cataluña.

Dicha independencia supondría la salida inmediata del club azulgrana de LaLiga y de la Champions League, competiciones cuya participación es considerada como indispensable por dicho patrocinador para dar validez al acuerdo. Cualquier otro escenario que no contemple la disputa de ambos torneos supondría la ruptura inmediata de dicha alianza con la correspondiente indemnización, además, por parte de los azulgranas a esa entidad.

Todo ello vendría a explicar la tibieza que ha venido mostrando el club en los últimos días respecto a la independencia catalana, una postura que se mantendría en el futuro ante el temor por las consecuencias que su apoyo podría acarrear para el club.

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