El espacio abrió sus puertas en pleno corazón de Pichincha, uno de los barrios con mayor movida cultural y gastronómica de la ciudad. Desde las 18 horas, todos los días, ofrece un ambiente pensado como una cantina moderna, donde se pueden compartir desde un vermú o una birra hasta un pebete, un chori “como el de la cancha” o un cono de papas fritas.
La propuesta apunta a recrear el espíritu de un club social: mesas chicas y grandes, sobremesas largas, bullicio, abrazos de gol y brindis por más victorias. El concepto es claro: ser un punto de reunión para celebrar, conversar y disfrutar, sin necesidad de carnet ni membresía.
Con este desembarco, Rosario suma un nuevo club social en Pichincha, barrio que en las últimas décadas dejó atrás su pasado prostibulario ligado al ferrocarril para consolidarse como uno de los polos de vida nocturna más activos de la ciudad.
Más que un bar, Sifonazo Club Social se plantea como un lugar de pertenencia, donde cada visitante pueda sentirse parte de una comunidad. La idea es que no solo sea una escala para tomar algo, sino también un espacio para construir nuevas historias, entre brindis, música y la energía característica de la noche rosarina.
