Después de medio siglo en las cocinas argentinas, Tramontina da un paso decisivo: inaugura su primera oficina comercial en el país, ubicada en Buenos Aires. El espacio no solo funcionará como centro de operaciones, sino que también contará con un showroom exclusivo para mostrar parte de su catálogo a clientes, distribuidores y socios estratégicos.
La nueva sede será el enlace directo con las nueve fábricas del grupo —ocho en Brasil y una en India—, lo que permitirá mayor agilidad en la atención al mercado argentino y en la distribución de los más de 22.000 productos que la marca ofrece en 120 países.
“Argentina es uno de los mercados más estratégicos de la región. Tenemos un vínculo histórico con los consumidores locales y creemos que este es el momento de estar más cerca, con estructura propia, para acompañar sus necesidades cotidianas”, destacó Emiliano Baseggio, gerente general de Tramontina Argentina.
El movimiento no se limita a lo simbólico. Con esta decisión, la empresa apunta a potenciar categorías profundamente ligadas a la cultura local, como los utensilios para parrilla y los accesorios para mate, además de consolidar su servicio a distribuidores y socios comerciales.
La apertura en Buenos Aires coincide con el proceso global de renovación de identidad que Tramontina lleva adelante desde hace dos años, con el objetivo de acercarse a nuevas generaciones de consumidores sin perder su sello distintivo: calidad y confiabilidad.