SanCor en crisis enfrenta a mayo como un mes clave para definir su futuro

La cooperativa láctea enfrenta definiciones cruciales en torno a su deuda millonaria, mientras se abre una puerta a la llegada de nuevos inversores.

Mayo se perfila como un mes decisivo para SanCor, la histórica cooperativa láctea con base en la santafesina ciudad de Sunchales, que supo liderar el mercado argentino y que hoy atraviesa una de las crisis más profundas de su historia.

En un contexto de tensiones sindicales, caída en la producción y parálisis operativa en varias plantas, este mes podría marcar un antes y un después en el futuro de la empresa.

Uno de los puntos clave es la definición de la deuda que arrastra la cooperativa. Los pasivos superan todos los límites financieros e involucran a proveedores, trabajadores, bancos y entes estatales. Lo que está en juego en mayo no es solo la actualización de de un número determinado, sino la forma en que será reestructurado o eventualmente absorbido por potenciales interesados.

Las Cooperativas Unidas Limitadas reunidas en SanCor CUL, atraviesan una instancia decisiva en su proceso concursal. El 29 de mayo vence el plazo para que los acreedores presenten la documentación necesaria para la verificación de créditos, una etapa clave para delimitar el pasivo total y comenzar a delinear su futuro. Según fuentes cercanas al expediente, el pasivo podría superar los u$s 400 millones, aunque todavía no hay una cifra consolidada.

Inversores a la vista…

En paralelo, sigue vigente el interés de un grupo de inversores privados, encabezados por empresarios vinculados al sector alimenticio, que proponen un salvataje a cambio de una participación en la gestión.

No obstante, la falta de avances concretos y las demoras judiciales han enfriado la negociación. Voceros del sector aseguran que “mayo es la última ventana de oportunidad antes de que la situación se torne irreversible”.

El gremio ATILRA, por su parte, insiste en la necesidad de encontrar una solución sustentable que mantenga los puestos de trabajo y reactive la producción.

La parálisis en varias plantas ya generó pérdidas operativas y conflictos locales, y la paciencia de los trabajadores empieza a agotarse.

El Gobierno, tanto el nacional como el provincial, siguen de cerca el conflicto, aunque hasta ahora sus participaciones han sido limitadas.

La expectativa es que una eventual reestructuración o inyección de capital se concrete bajo un esquema mixto, con apoyo público y gestión privada.

Destino y horizonte

El destino de SanCor no solo involucra a sus trabajadores y asociados, sino que impacta en toda la cadena láctea nacional. Con decisiones clave en el horizonte y un clima de incertidumbre creciente, mayo será el mes donde la historia reciente de SanCor se reescribe, para bien o para mal con consecuencias que involucran a productores, pymes y ciudadanos que habitan los pueblos donde SanCor ha sido el factor fundamental para el desarrollo socioeconómico de cada región donde se instaló alguna de sus plantas.

 

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