Con una fuerte influencia del diseño urbano mediterráneo, el estudio Victoria Suriguez, emplazado en la vecina localidad de Funes, es reconocido como una de las propuestas arquitectónicas más innovadoras de la región. Tal es así que la firma fue invitada a postular dos de sus últimos proyectos en el Concurso Internacional de Arquitectura Golden Trezzini Awards, habiendo sido uno de los pocos estudios argentinos en presentarse a este certamen de relevancia internacional .
Con más de veinte años de trayectoria, el estudio se especializa en la construcción de viviendas unifamiliares con diseños únicos, que reflejan la armonía con lo natural y la belleza de lo simple. Actualmente, la empresa cuenta con 16 obras en ejecución, al tiempo que prepara su expansión internacional.
En diálogo con ON24, Suriguez -titular de la firma- reflexiona sobre el concepto de arquitectura orgánica y sobre la importancia que tiene esta disciplina en el bienestar de las personas.
¿Qué es para vos la arquitectura?
Si te pones a pensar, la arquitectura rige toda tu vida. Es donde uno vive, donde uno se levanta, donde trabaja, donde te encontrás con tu gente, donde te recreás. Todo es arquitectura.
Para mí personalmente es pasión, y es acción, ya que tengo la oportunidad de materializar los sueños de la gente.
¿Por qué el concepto de arquitectura orgánica?
Desde el estudio trabajamos con la premisa de conectar la naturaleza a los espacios. Me gusta sentir que a través de la arquitectura se puede brindar paz y armonía en la vida de la gente. Por eso, en nuestras construcciones priorizamos el uso de materiales naturales como la piedra, madera, detalles de hormigones vistos, agua y vegetación.
El porqué de este estilo tiene que ver con mi forma de vida. Siempre me pasó de tener la sensación de no poder estar encerrada, tengo que estar al aire libre. Por eso mi estudio está todo vidriado. Mi casa también fue pensada así. Porque de alguna manera la creatividad tiene que ver con la libertad. Entonces en un momento me dije “por qué el afuera no está adentro”.
¿Cómo inicia tu proceso creativo en cada nuevo proyecto?
El lema de nuestro estudio es “Hablamos arquitectura”, pero lo fundamental y lo que nos distingue es la escucha. Primero se hacen muchas preguntas más bien técnicas, cantidad de dormitorios, cantidad de metros cuadrados a construir, para poder proyectar algo en función de las necesidades y posibilidades de cada persona y familia.
Y después ya se empieza a hacer una investigación y acompañamiento más profundo, indagando en los deseos, en la forma de vida. Buscamos relacionarnos de una forma cercana y más íntima, ya que nos toca proyectar el espacio de la vida de la gente.
No solamente tenemos la responsabilidad de construir lindo y construir bien, lo que buscamos es potenciar y respetar los momentos felices de cada familia.
¿Qué cosas te inspiran? ¿De dónde te surge la creatividad?
Sin dudas, viajar. Gran parte del lenguaje arquitectónico con el que trabajamos me inspiró viajar por el Mediterráneo. Yo siempre trato de tener en mi cabeza los lugares más bellos del planeta. Y trato de llevar eso a una casa.
Nuestra arquitectura es escenográfica, por más que sea simple o minimalista.
Nuestras casas tienen ese toque escenográfico, donde podes ver todo el conjunto o enfocarte en rincones, esquinas, sutilezas, que hacen al diseño total.
¿Por qué elegiste Funes para desarrollar tu proyecto?
Porque siempre me gustó la arquitectura de casas, de viviendas unifamiliares y en lugares abiertos. En tal sentido, Funes es el lugar por excelencia, sumado a que comenzó el auge de la construcción en los barrios privados. Entonces allí vislumbré una oportunidad no solo para desarrollar mi proyecto sino que encontré una demanda en el mercado.
¿Cuál es el sello distintivo del estudio Victoria Suriguez?
Quiero que las personas vivan en los ambientes que soñaron, que disfruten del sol, de la naturaleza conectada a los espacios.
Sabemos lo que significa la casa propia para la mayoría de las personas, muchas veces se vuelve un sueño inalcanzable. Y para aquellos que sí logran acceder, lo más importante es que puedan ver plasmados sus deseos, teniendo en cuenta el sacrificio que conlleva.
Realmente le damos mucha importancia a la parte humana de los proyectos, para que las personas puedan sentirse parte y vivir este proceso con felicidad. Eso habla del amor que le ponemos a la profesión.
En el contexto de nuestro país, ¿cómo analizás tu rubro? ¿Qué pros y contras encontrás?
Yo creo, siempre hablando de mi rubro pero también podría llevarse a otros ámbitos, que los profesionales de nuestro país tenemos la capacidad de adaptarnos a los recursos con los que contamos y a partir de eso lograr cosas muy bellas, incluso más bellas en comparación con otros lugares donde los recursos son infinitos.
¿Qué cambios notaste en la demanda de la construcción después de la pandemia?
Durante la pandemia la demanda en nuestra zona se multiplicó, porque mucha gente empezó a entender justamente que una casa es un hogar, y la importancia de poder habitarla de forma feliz. Y si en algún momento te toca quedarte adentro, como nos sucedió, tu hogar te tiene que dar paz, tranquilidad, belleza y satisfacción. Y tenés que encontrar todo lo que necesitás dentro de tu casa.
Entonces eso es un poco lo que se busca, que cada sensación que vos quieras tener en tu vida la puedas encontrar dentro de tu casa.