Rosario suma una propuesta distinta con la llegada de Ladoculto, un espacio que se define como un punto de encuentro para quienes disfrutan del arte en todas sus formas. Instalado en una casona que vuelve a cobrar vida, el lugar apuesta a una experiencia sensorial que combina café, libros, música y vinos bajo un mismo concepto.
La identidad de Ladoculto se construye en los detalles: maderas cálidas, luces suaves, texturas que invitan a quedarse. Todo está pensado para que la conversación, la lectura, la música o una copa se conviertan en parte de una atmósfera que propone bajar el ritmo y explorar nuevas sensaciones.
“No somos solo un bar”, señalan desde el proyecto. La idea es ofrecer un refugio donde el arte aparezca en la tapa de un libro, en la etiqueta de un vino, en la tecla de un piano o en un sorbo de café. Un espacio para quienes buscan una pausa, una charla o un estímulo creativo, sin necesidad de elegir entre cultura y disfrute.
El menú y la curaduría de vinos acompañan esa intención: propuestas simples pero cuidadas, pensadas para recorrer el lugar sin prisa. También la música juega un rol central, como un hilo conductor que transforma la experiencia sin imponerse.
Ladoculto abre sus puertas de martes a domingo, de 16 a 00, y se convierte así en una alternativa que enriquece la vida cultural rosarina. Un sitio para leer, beber, escuchar, descubrir… y encontrar, en cada visita, un nuevo lado oculto.
