En la sesión llevada a cabo este jueves por el Concejo Municipal de Rosario, se aprobó la iniciativa impulsada por la concejala Alicia Pino que incorpora al reglamento edilicio local la sección “Etiquetado de Eficiencia Energética de Inmuebles destinados a Vivienda”, adhiriendo a la Ley Provincial N.º 13.903
Este nuevo marco normativo regula la evaluación, certificación y asignación de una etiqueta de eficiencia energética a viviendas, sobre la base de un sistema de siete categorías que van de la A (más eficiente) a la G (menos eficiente)

La norma contempla los siguientes aspectos clave:
- Es de aplicación optativa: se podrá adherir tanto para viviendas existentes como para aquellas en construcción
- Crea un Registro Municipal de Certificadores de Eficiencia Energética, vinculado con la Secretaría de Energía de la provincia.
- Crea asimismo un Registro de Viviendas Certificadas, con acceso público a través del portal oficial del municipio (rosario.gob.ar)
- Establece que el Departamento Ejecutivo conformará, en un plazo de 120 días desde la promulgación de la ordenanza, una comisión especial integrada por representantes del Ejecutivo, colegios profesionales (Ingenieros Civiles, Arquitectos, Técnicos y Maestros Mayores de Obras) y facultades universitarias (Universidad Nacional de Rosario – Arquitectura, Planeamiento y Diseño, y Universidad Tecnológica Nacional – Facultad Regional Rosario) para dictar el decreto reglamentario del etiquetado
- La iniciativa busca aportar transparencia al mercado de vivienda, al permitir que propietarios y compradores conozcan el nivel de eficiencia energética del inmueble, lo que también puede potenciar el valor de la propiedad.
 
La ordenanza representa un paso en el enfoque de la ciudad hacia la construcción sostenible y el consumo responsable de energía. Al permitir una etiqueta comparable -similar a la que ya existe para electrodomésticos– sobre viviendas, se brinda un nuevo instrumento técnico de juicio para los usuarios y el mercado.
Este nuevo mecanismo puede convertirse en un elemento de peso a la hora de la venta o alquiler de viviendas, así como para la planificación de proyectos de construcción privada que deseen destacarse por su eficiencia energética. La etiqueta podrá servir como diferenciador en un mercado cada vez más atento a cuestiones de habitabilidad, sustentabilidad y costos operativos reducidos.
En definitiva, la sanción de esta norma por el Concejo es una señal del cambio de paradigma en la ciudad: incorporar métricas de eficiencia y consumo energético al ámbito edilicio. A partir de ahora, la “etiqueta energética” se suma al conjunto de criterios que los actores del sector –arquitectos, constructores, inmobiliarias, inversores y compradores– deberán tener en cuenta.
 
                




























