Sol Victoria mira con optimismo la segunda mitad del año

Desde el hotel afirman que el receso invernal y los que resta del año podría venir acompañado de un alto nivel de actividad

A poco más de un mes del receso invernal, los hospedajes y posibles destinos comienzan a ser temas de conversación frecuente entre los aficionados a viajar. Sol Victoria es uno de los complejos hoteleros más importantes de la región y un destino en sí mismo, dentro de Victoria, una ciudad que se ha ido volcando al turismo y que busca posicionarse en el rubro con nuevos emprendimientos y su ya conocida oferta autóctona. Hablamos con Damián Steckinger, gerente, quien brindó algunos detalles de su modelo de negocio.

El empresario de origen marplatense contó que por las instalaciones de las que dispone, Sol Victoria puede albergar distintos tipos de clientes sin que estos se superpongan. Durante los días de semana, cuando baja el turismo de placer, se hace más fuerte el coorporativo, que ocupa el centro de convenciones; también aprovechan las instalaciones turistas de un rango etáreo más elevado o que ya han transitado su vida laboral y que disponen de más tiempo libre. Los fines de semana y feriados, llega el grueso del turismo de relajación y placer que busca disfrutar de las tres piletas, de las instalaciones del Spa Irupé o del casino.

“Nos fue bien en el verano; tenemos la ventaja de contar con tres hectáreas de jardín y tres piletas, de las cuales una está climatizada”, contó Steckinger. Por otro lado, remarcó que la segunda parte del año le despierta buenas expectativas: “Empieza nuestra temporada más fuerte de congresos en el salón de convenciones. Además comienza el mejor clima. Por otro lado, el tipo de cambio va a favorecer a las salidas domésticas”. La corrida cambiaria que se dio a principios de mayo podría afectar al sensible cliente de turismo, que otrora optaba por destinos internacionales.

Sol Victoria tiene una reputación ganada y prestaciones diferenciales, entre las que se destacan sus balcones con vista al delta, tres piletas, un parque de gran superficie, habitaciones amplias, el acceso al casino, el spa y su gastronomía. Resulta una atracción fundamental para el turismo victorense, pero no es la única. Steckinger destacó los muchos atractivos de los que dispone la ciudad y comentó que “es necesario nombrarlos y hablar de ellos para que se conozcan”.

Buenos accesos, la arquitectura del casco histórico, la catedral, la gastronomía caracterizada por el pescado de río y el recorrido por el delta son algunas de las recomendaciones del empresario. Por otro lado, remarcó el papel de las apuestas a gran escala, entre los que destacó al complejo Victoria del Agua, la bodega Borde Río, el casino y su propio hotel: “Los pequeños emprendimientos son los que suman el volumen, pero los grandes desarrollos son lugares emblemáticos y son los que, en principio, iniciaron el motor. A partir de estos se pueden desarrollar otros que quizás estaban ocultos, pero que siempre estuvieron y ahora tienen un nivel de exposición mayor”.

En cuanto a la forma en que se explota este rubro en la ciudad, Steckinger señaló que “siempre hay asignaturas pendientes, sobre todo cuando el origen no es el de una ciudad turística”. Sucede que Victoria comenzó hace sólo un tiempo a volcarse a esta actividad, por lo que todavía tiene mucho camino por recorrer. “Tiene potencial para mucho más. Además es un lugar que todavía no ha sufrido el desgaste de otros destinos turísticos. Tiene buenos activos que se están poniendo en valor, lo cual es una gran ventaja para aquellos que estamos en este rubro”, apuntó.

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