Menor inversión y retorno rápido: el modelo de franquicias que busca cambiar las reglas del juego

La empresa Luz Azul lanzó un formato de franquicias que reduce drásticamente la inversión inicial al entregar el equipamiento del local en comodato. La estrategia, que ya se aplica en mercados como India, busca facilitar el acceso de nuevos emprendedores y acelerar la expansión de la marca.

En un contexto económico donde invertir se volvió cada vez más riesgoso, la empresa láctea Luz Azul decidió dar un paso audaz. La compañía, con planta en la ciudad bonaerense de Azul y más de 500 empleados, lanzó un nuevo modelo de franquicia que baja la barrera de entrada al negocio, al entregar todo el equipamiento del local en comodato, sin costo inicial para el franquiciado.

El formato —único en el país dentro del rubro lácteo— incluye tres heladeras góndola, una heladera mostrador, cámara frigorífica, aire acondicionado, mobiliario, equipos de corte y sistema informático. Con este esquema, el emprendedor sólo debe invertir entre US$ 40.000 y US$ 45.000, monto que cubre principalmente el stock inicial y capital de trabajo.

“Decidimos asumir nosotros el riesgo de la inversión en equipamiento, porque los costos en dólares se duplicaron y eso alejaba a muchos interesados”, explicó Gabriela Benac, directora de Luz Azul. La compañía estima que el recupero de la inversión puede lograrse entre ocho y diez meses, gracias a la reducción del desembolso inicial y al soporte directo de fábrica.

El plan de expansión contempla la apertura de 30 nuevos puntos de venta, con foco en ciudades de más de 50.000 habitantes, especialmente en la Patagonia. Cada local deberá tener entre 100 y 120 m², ubicarse en zonas de alto tránsito y ser gestionado por franquiciados con perfil comercial y capacidad de liderazgo.

Como respaldo, Luz Azul abrió un Centro de Capacitación en el barrio porteño de Villa Urquiza (Sucre 4230), donde los nuevos franquiciados reciben formación práctica en gestión comercial, marketing, atención al cliente y operación del negocio, en un entorno que replica una tienda real.

Un modelo que ya tiene antecedentes en el mundo

Si bien la propuesta de Luz Azul es inédita en Argentina, modelos de franquicias con baja inversión y equipamiento en comodato comienzan a consolidarse en otros mercados.

En India, la compañía Mother Dairy —una de las mayores del sector lácteo— ofrece franquicias modulares de bajo costo para quioscos o pequeños locales, con inversiones iniciales que parten desde US$ 6.000, donde la empresa provee gran parte del equipamiento y garantiza el suministro de productos. Este formato fue clave para expandir su red en ciudades medianas y rurales.

También en India, el sitio especializado Franchise Bazar destaca que las “dairy franchises” se convirtieron en una oportunidad accesible para emprendedores primerizos, justamente porque requieren menor capital que un restaurante o supermercado, al tratarse de operaciones estandarizadas y con rápida rotación de productos.

Otros casos de referencia son los microformatos de franquicia de heladerías o cafeterías en mercados como Filipinas y Brasil, donde cadenas como Selecta o Melt Ice Cream ofrecen modelos “plug and play”: locales pequeños, equipamiento en comodato, abastecimiento directo y soporte operativo, reduciendo el tiempo de recuperación de la inversión a menos de un año.

Una tendencia que gana terreno

La estrategia de “franquicias accesibles” gana fuerza en todo el mundo: formatos compactos, costos iniciales más bajos y fuerte acompañamiento desde la marca. Luz Azul adopta esta lógica y la adapta al mercado argentino, combinando respaldo industrial, capacitación personalizada y abastecimiento directo de fábrica.

Con más de 30 millones de litros de leche procesados por año, la firma busca no sólo ampliar su red comercial, sino también democratizar el acceso al negocio para nuevos emprendedores. En un escenario económico desafiante, su propuesta parece apuntar a un objetivo claro: crecer, pero compartiendo el riesgo.

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