“Lo que vivimos va más allá de lo económico, la cuestión es emocional y sentimental”

Ante el cierre de un imponente negocio del centro, comerciantes de la zona hablan de su profundo malestar

Chimenea dejará vacante su local de San Luis e Italia, luego de cuarenta años trabajando en la ciudad. La librería, regalería, juguetería y bazar se suma a la lista de comercios que debieron cerrar sus puertas en un contexto de degradación del microcentro y caída de la actividad a raíz de las restricciones dispuestas con motivo de contener el impacto de la pandemia de Covid-19. Otros comerciantes de la zona hablan de un profundo malestar que “va más allá de lo económico”.

El cartel de “liquidación por cierre” ya se exhibe en la vidriera que da a la esquina. La imponente estructura del comercio quedará vacía en poco tiempo. En las últimas semanas ya se habían anunciado cierres de otros espacios con mucha trayectoria en la ciudad y emplazados en locaciones estratégicas, como la zapatería Borsalino de Córdoba y Sarmiento, la juguetería El Globo Rojo, de Córdoba y España, la cadena de electrodomésticos Garbarino y, el más simbólico de todos, Falabella.

En este contexto, algunos comerciantes y vecinos del centro manifiestan una fuerte preocupación y un profundo malestar. “Hay que resaltar lo que está viviendo la gente más allá de lo económico, la cuestión emocional y sentimental. Todo el mundo está así. Hace años que estamos y dejamos la vida. ¿Cuántas horas nos pasamos adentro del negocio, metiéndole hasta que un día te das cuenta de que no va más? Es muy duro”, comentó a ON24 el dueño de un local vecino a La Chimenea.

Mientras tanto, el centro sigue despertando preocupaciones. En diciembre de 2020, las estadísticas del colegio de Corredores Inmobiliarios Sede Rosario (COCIR) indicaban que el nivel de vacancia en la zona era del 16,9%, con especial énfasis en las galerías (22,3%). No obstante, la morosidad en el pago de alquileres sigue siendo baja en la ciudad, con un 8% de incumplimientos para el mes de mayo de este año, según un informe de COCIR en conjunto con el Instituto de Investigaciones Económicas de la Facultad de Ciencias Económicas y Estadísticas de la UNR.

En abril de 2021, ON24 entrevistó a Edgardo Moschitta, titular de la Federación de Comercio (FECOI) y Rubén Fernández, presidente del Colegio de Arquitectos, acerca del momento que atraviesa el centro rosarino. “La aparición de los shoppings generó un polo de atracción en otra área que descomprimió el área central y el valor que tenía en los 80 y 90 la peatonal Córdoba, ni hablar de la peatonal San Martín”, historiza Fernández y aclara: “Pero estos fenómenos son esperables en todas las ciudades. La movida de los últimos 10 años hacia el sector de Pichincha, el área de servicios en gastronomía ha beneficiado a ese sector y ha perjudicado al del centro. Estas transformaciones suceden, no es culpa de nadie, pero hay que atenderlas”.

Moschitta, por su parte, coincide en esa atención que se fue dejando de lado: “Al centro le sacaron primero un shopping, después otro, después el polo gastronómico, después aparecieron programas de estímulo para los centros comerciales barriales. De a poquito se fue vaciando, porque se corrieron actividades a otros puntos. Se dieron cambios de usos que no han sido sustituidos. El movimiento bancario y administrativo que hubo hoy no está, la cantidad de bancos que han dejado locales dejaron tierra arrasada. Hoy lo estamos notando demasiado por la pandemia, pero esto ya venía ocurriendo y el golpe de gracia es lo de Falabella”.

“Si la forma de estimular al centro es poblarlo, bueno que se promueva, para eso el sector público tiene que establecer las pautas e incentivos necesarios para que el sector privado lo pueda hacer. No pensemos que esto lo va a arreglar el sector público porque ni siquiera la vereda arregla, sin ir más lejos las veces que se arregló la peatonal se hizo con fideicomisos de los frentistas”, fustigó Moschitta e insistió: “Creo que, de parte del Municipio, tanto su ejecutivo como el Concejo, tendrían que crear estímulos suficientes para que el sector privado pueda invertir. Pero previamente tiene que haber un proyecto”.

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