Las 7 “power skills” que piden hoy en todos los trabajos

Randstad, la compañía de talento líder a nivel global, identificó las 7 habilidades blandas que, de acuerdo a su equipo de especialistas en gestión del talento, las organizaciones consideran “power skills” indispensables para el trabajo actual en cualquier área o posición. Flexibilidad y adaptación al cambio; comunicación efectiva; trabajo en equipo; proactividad y capacidad resolutiva; capacidad de aprender y desaprender permanentemente; creatividad e innovación y organización y gestión del tiempo conforman la lista de las competencias clave del momento.

En un mundo laboral donde los cambios tecnológicos, sociales y culturales se suceden a gran velocidad, la vida útil de las habilidades laborales cada vez es más efímera. Diariamente surgen nuevas habilidades y conocimientos que comienzan a ser excluyentes para desarrollarse en muchas profesiones y otros quedan obsoletos. Además, en un mundo cada vez más interconectado y más mediado por la tecnología, donde las rutinas laborales involucran el trabajo con equipos diversos, interdisciplinarios, con integrantes que muchas veces se vinculan solamente a través de canales virtuales, las competencias blandas o soft skills tienen un papel cada vez más importante para desarrollarse en el mundo laboral. Es así que son cada vez más demandadas por las organizaciones y por tanto resultan cruciales para mantener la empleabilidad de las personas.

Las habilidades blandas o soft skills son rasgos de personalidad, competencias socioemocionales y hábitos que definen la forma en que las personas se relacionan, comunican y resuelven desafíos. Son complementarias a las habilidades técnicas. Estas “power skills” tienen hoy un peso decisivo en los procesos de reclutamiento y selección de RRHH.

Al respecto, Andrea Avila, CEO de Randstad para Argentina, Chile y Uruguay, señaló: “A medida que se consolida el contexto de volatilidad, incertidumbre y complejidad que marca el paso del mundo del trabajo en las organizaciones, las habilidades blandas ganan protagonismo y se convierten en un requisito indispensable para la vida laboral y la empleabilidad de las personas. Los conocimientos técnicos, siguen siendo el punto de entrada para el match entre la posición y el candidato en los procesos de selección y promoción, pero las power skills son las que definen, las que inclinan la balanza y marcan la diferencia a la hora de evaluar el potencial, el liderazgo y el desarrollo y adaptabilidad a largo plazo de un profesional”.

Los especialistas en gestión del talento de Randstad aseguran que estas son las 7 habilidades blandas buscadas por los reclutadores en un candidato para cubrir cualquier posición en 2025:

  1. Flexibilidad y adaptación. En un contexto donde el cambio se ha instalado como la única constante, la capacidad de adaptación a cambios e imprevistos es un activo clave que todas las empresas valoran. Los expertos en recursos humanos buscan candidatos que puedan acomodarse a distintas situaciones y puestos de trabajo, que sean flexibles y a la vez tengan el aplomo para afrontar con éxito cualquier desafío que se les presente. La flexibilidad también se relaciona con la capacidad de integrarse de manera armónica en equipos diversos, intergeneracionales y que trabajan en estructuras matriciales.
  2. Comunicación. En la era del trabajo híbrido y las interacciones mediadas por la tecnología, la habilidad comunicativa es otro de los factores más valorados por las empresas a la hora de reclutar talento. La comunicación efectiva es clave para entenderse en entornos laborales donde la mayoría de las veces los intercambios están mediados por videollamadas, el email o el chat. Una buena comunicación resulta clave para poder tener un buen relacionamiento con jefes, colegas, colaboradores y clientes. Ser comunicativo implica tener la habilidad de escuchar, ser honesto, abierto, empático y respetuoso con el otro. Supone la capacidad de observar, comprender y relacionar ideas y poder expresarlas de manera clara y ordenada. También se relaciona con la capacidad de hablar en público y presentar ideas y proyectos frente a cualquier audiencia.
  3. Trabajo en equipo. Hoy las organizaciones poseen estructuras cada vez más horizontales, con dotaciones diversas y heterogéneas, por lo que la capacidad de trabajar en equipo y en forma colaborativa resulta fundamental para cualquier posición, especialmente tomando en cuenta que la gran mayoría de los trabajos son por definición interdependientes. Esto supone una buena predisposición para trabajar en proyectos comunes, generando relaciones de confianza entre los integrantes. Implica tener una postura colaborativa, que promueva la cooperación para hacer que el resultado del conjunto sea siempre muy superior a la suma de los aportes individuales.
  4. Proactividad y capacidad resolutiva. La resolución de problemas es una competencia netamente humana que suma mucho a la hora de evaluar a los candidatos para una posición de responsabilidad y liderazgo. Una persona resolutiva es la que no se paraliza frente a los desafíos, comprende los objetivos organizacionales y actúa en base a los mismos con rapidez y convicción. Son personas proactivas, seguras de sí mismas, enfocadas, con capacidad de análisis y de acción, que pueden balancear de manera efectiva la mirada de largo plazo con las necesidades de la coyuntura.
  5. Capacidad de aprender y desaprender permanentemente. La capacidad de adquirir nuevos conocimientos y de actualizarse permanentemente se vuelve crítica en un contexto en el que el avance de la digitalización y la tecnología hacen inciertas las competencias y las habilidades que una determinada posición laboral o profesión va a demandar a futuro. Es por eso que la empleabilidad de las personas ya no depende tanto de lo que se sabe, de lo que se aprendió en el pasado, sino del potencial que tienen para adquirir nuevos conocimientos permanentemente. La predisposición para la incorporación de la inteligencia artificial en las tareas laborales es un ejemplo concreto de un buen desarrollo de la capacidad de aprender y desaprender. Las organizaciones valoran a los profesionales que aprenden a trabajar con estas tecnologías como aliadas, integrándolas a su día a día.
  6. Creatividad e innovación. La creatividad es la habilidad de encontrar soluciones innovadoras frente a problemas inesperados. Se relaciona con la observación, la imaginación, el ingenio y la intuición, con el animarse a plantear ideas novedosas que ayuden al crecimiento de la organización. No es algo que sea necesariamente innato, sino que es parte de una actitud, una forma de pararse frente a los desafíos que puede desarrollarse. En algún punto, es un estado de insatisfacción que moviliza a las personas para salir de la zona de confort y buscar siempre soluciones para ir hacia adelante.
  7. Organización y gestión del tiempo. En los últimos años se ha transformado radicalmente la forma de trabajar y hoy más que nunca se tiende al trabajo por objetivos, donde la organización, la autonomía y una buena gestión del tiempo son fundamentales tanto para la productividad como para el bienestar de las personas. En este contexto, donde muchas organizaciones viraron definitivamente a formatos de trabajo híbridos o 100% remotos, la autogestión y una buena organización del tiempo están entre las habilidades más buscadas en los profesionales por los especialistas en recursos humanos. Se trata de una competencia que influye en el funcionamiento general de la organización y de los equipos y adquiere mayor relevancia en ámbitos de trabajo que hoy tienden a ser más abiertos y horizontales, en los que la confianza es un activo clave asociado a la vez con valores como la responsabilidad y el compromiso.
Comentarios