Hoy por la mañana, los directivos del Ente Administrados Puerto Rosario (ENAPRO) mantuvieron una reunión exclusiva para periodistas con el fin de exhibir el estado de obras en la Estación Fluvial. Sobre todo, se dieron detalles acerca de la operativa que esperan tener a lo largo de la temporada de verano en lo que refiere a traslados hacia la isla Banquito de San Andrés. También se habló del destino que tendrán los cinco locales comerciales de la planta baja del edificio.
De acuerdo con lo expuesto por el presidente de ENAPRO, Guillermo Miguel y el director de Asuntos Jurídicos, Marcelo Terenzio, los cruces podrían volver en noviembre. Los dos factores clave para que la estación vuelva a trabajar con normalidad son la culminación de las obras de refacción y el nivel del río Paraná, afectado por la bajante.
Con respecto al primer punto, la zona de muelles de la terminal ya se encuentra en condiciones de enviar y recibir pasajeros. Sin embargo, todavía resta finalizar la refacción de las boleterías, el hall de entrada y los pisos.
Por otro lado, las autoridades del ente administrador esperan que el nivel del agua sea suficiente como para permitir la llegada y partida de embarcaciones. Según comentaron durante la charla, se espera que el fenómeno climatológico conocido como La Niña continúe, pero si se mantiene la tendencia en materia de precipitaciones en Paraguay y llegan algunas lluvias al sur de Brasil, será posible contar con un escenario regular.
Con estas expectativas, desde Enapro esperan trabajar en las dos bajadas de la estación con embarcaciones de hasta 80 pasajeros. El nivel mínimo para poder amarrar normalmente en la isla es de 30 centímetros. En este sentido, abrieron el juego a que los oferentes privados presenten sus propuestas para colocar allí sus vehículos y ofrecer el servicio de cruce. “Nuestra idea es contar con todas las propuestas posibles, de modo que podamos ofrecer una tarifa acomodada”, señalaron.
Tanto Miguel como Terenzio hicieron hincapié en la posibilidad de sumar nuevos servicios además del cruce tradicional. Entre las posibilidades que se barajan están recorridos turísticos con visitas a Victoria y la posibilidad de probar la gastronomía típica del río.
En lo que respecta a los cinco locales de la planta baja del edificio, en los que supieron funcionar distintas propuestas gastronómicas, los actuales administradores de la estación explicaron que pretenden, inicialmente, dar con una propuesta que los explote a lo largo del verano.
