La tradicional heladería Freddo, con más de medio siglo en el mercado argentino, volvió a activar su modelo de franquicias e inició una nueva etapa de expansión, con propuestas orientadas tanto a emprendedores como a inversores gastronómicos.
Según la información oficial del programa de franquicias, la inversión inicial para abrir un local parte de los USD 100.000 y puede llegar a USD 180.000, dependiendo del formato elegido, el tamaño del local y la ubicación. Ese monto contempla el derecho de ingreso, la imagen y equipamiento, la instalación completa, el stock inicial y la capacitación operativa y comercial.
En el sector remarcan que, en algunos casos y según la escala del proyecto, la inversión total —incluyendo capital de trabajo— puede ubicarse por encima de esos valores, pero el rango difundido para los formatos estándar se mantiene entre USD 100.000 y USD 180.000.
Plazos de repago: el inversor piensa en un horizonte de tres años
El modelo de negocios prevé un plazo de recupero de la inversión cercano a los 36 meses, siempre y cuando el local logre una facturación estable y altos niveles de rotación, algo habitual en cadenas de helados premium con fuerte marca instalada.
Para alcanzar el punto de equilibrio, operadores del rubro destacan que es clave la ubicación, la estacionalidad y la diversificación de consumo a través del formato helado + cafetería, que permite sostener el flujo de ingresos durante todo el año.
Una marca consolidada que busca seguir creciendo
Con presencia en Argentina y en mercados como Brasil, Uruguay, Chile, México y Estados Unidos, Freddo apuesta a ampliar su red local con franquicias que incluyan acompañamiento integral, asistencia en la selección del punto comercial, manuales de operación y soporte permanente.
La empresa señala que el interés por el modelo se sostiene por el reconocimiento de marca y el consumo estable del segmento, aunque reconoce que se trata de una inversión elevada dentro del universo de heladerías artesanales.
