El hábito de pedir café a domicilio dejó de ser una excepción y se convirtió en una práctica instalada en el día a día de los argentinos. Durante el último año, los pedidos de café por delivery aumentaron un 42% en el país, de acuerdo a un relevamiento de la plataforma PedidosYa. Con esta suba, Argentina lidera el consumo en Latinoamérica, superando a otros mercados como Panamá, Guatemala, El Salvador y Honduras.
El crecimiento no se explica sólo por la comodidad de la entrega a domicilio, sino también por la diversificación de la oferta: desde clásicos como espresso, café con leche o capuchino, hasta variedades propias del café de especialidad como flat white, macchiato y bebidas innovadoras como frappuccino o alternativas con matcha.
En este contexto, Rosario figura entre las ciudades con mayor volumen de pedidos, junto a Buenos Aires, Córdoba, La Plata, Mar del Plata, San Miguel de Tucumán y Bahía Blanca. El pico de consumo se registra los viernes a las nueve de la mañana, un horario en el que la rutina laboral y académica se combina con la necesidad de un buen café.
A la par de la demanda digital, la ciudad atraviesa un boom de cafeterías y propuestas de café de especialidad, que refuerzan la costumbre de incorporar esta bebida a distintos momentos del día.
El fenómeno deja en claro que el café, en todas sus versiones, no solo se mantiene vigente, sino que se adapta a nuevas formas de consumo, consolidándose como parte de la vida urbana y digital en Argentina.