En el marco del proceso judicial iniciado después de cancelar un pacto previo con los acreedores, el juez Fabián Lorenzini habilitó un “cram down” (salvataje concursado), clave para evitar la quiebra de Vicentín SAIC.
Ayer cerró la inscripción previa: las primeras cinco empresas que completaron la etapa son Commodities SA (Grupo Grassi), Molinos Agro (Pérez Companc), Bioenergías Agropecuaria SA, Barbero Cereales SAU y Yabitel SA. Para avanzar a la etapa final, deberán presentar documentación societaria, poderes, domicilio procesal y acreditar capacidad de oferta.
¿Quiénes están detrás de las empresas?
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Commodities SA (Grupo Grassi): segundo acreedor comercial de Vicentín y uno de los actores con mayor peso en el concurso.
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Molinos Agro (Pérez Companc): considerada la jugadora más fuerte, parte del histórico grupo alimenticio argentino.
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Bioenergías Agropecuaria SA: planta de bioetanol de Villa Ocampo (Santa Fe), con experiencia en agroprocesos locales.
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Barbero Cereales SAU: acopiadora cordobesa con perfil de logística y cerealero.
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Yabitel SA: azucarera tucumana, especializada en biocombustibles y agroindustria.
¿Qué sigue?
Con un pasivo estimado en USD 1.300 millones, Vicentín necesita una oferta viable para cumplir con sus acreedores. La etapa de concurrencia permitirá a estos oferentes evaluar los activos de la firma en plantas como las de Avellaneda, Ricardone y San Lorenzo, y formular propuestas de rescate que contemplen el pago de deuda y el mantenimiento del funcionamiento industrial.
En esta etapa, las propuestas se evaluarán en términos de montos ofrecidos, alcance (si incluyen la totalidad de activos), plan de reactivación operativa y capacidad de gestión. Si ninguna propuesta logra el respaldo mayoritario de los acreedores, Vicentín podría entrar en quiebra definitiva.
Impacto regional y del sector
Vicentín, con una tradición centenaria en el agro y fuertes raíces en Santa Fe, emplea a cientos de trabajadores y es un nodo clave para la industria aceitera. El cierre de plantas por falta de contratos y fondos ya generó incertidumbre entre proveedores, transportistas y empleados.
La opción de salvataje por cram down surge como la única alternativa viable ante el rechazo de la propuesta concursal previa, que fue calificada como abusiva e ilegal por la Justicia santafesina.
Perspectivas y escenario abierto
El cronograma indicaría que, tras el cierre del pre-registro, se convocará a una audiencia informativa y posteriormente se fijarán plazos para presentar ofertas económicas y planes de reactivación. Luego, los acreedores votarán entre las distintas propuestas en base a valuaciones oficiales.
Mientras, continúa la disputa judicial: la Corte Suprema de Santa Fe y la Cámara de Rafaela han rechazado el acuerdo previo y validado el paso al cram down, pero Vicentín aún puede apelar, lo que mantiene latente la incertidumbre.
La inscripción de Molinos Agro, Grassi, Bioenergías, Barbero y Yabitel pone en marcha una etapa clave en la definición del futuro de Vicentín. Con una deuda de USD 1.300 millones y la posibilidad de evitar la quiebra mediante el cram down, las próximas semanas serán decisivas para el agro santafesino y la continuidad de una firma estratégica en el mapa productivo nacional.