La Chacra Aapresid Valles Irrigados del Norte Patagónico (VINPA) viene afinando estrategias para lidiar con el exceso de rastrojos, generado por la combinación entre altos rendimientos de cultivos y lenta degradación de residuos dadas las bajas temperaturas.
La apuesta comenzó por su aprovechamiento forrajero, ya sea a través de la confección de rollos o el consumo en pie. Hoy la Chacra sigue perfeccionando estas alternativas.
¿Sembradora de gruesa en terreno fino?
Una de las estrategias usadas por la Chacra es tan efectiva como contradictoria: manejar el exceso de cobertura, con más cobertura. Por ejemplo, en uno de los campos de la Chacra se sembró una mezcla de vicia y avena entre el maíz y la soja de primera, de manera de mejorar la calidad forrajera de los rastrojos de maíz al sumarle un verdeo de invierno. “Lo ideal es cosechar el maíz lo más temprano posible para darle al cultivo de servicios/verdeo un ciclo más largo´´. explica Alfonso Cerrotta, RTD de la Chacra.
Pero uno de los desafíos era implantar estos cultivos sobre rastrojo denso sin caer en problemas de tapado. Las siembras al voleo sobre maíz en pie tuvieron poco éxito dado que la luz no llega al cultivo a implantar hasta fin de ABRIL-MAYO. Así, se apostó a sembrarlos con una sembradora de grano grueso a 70 cm, equipada con barrerastrojos, utilizada en pasadas desencontradas para lograr una distancia efectiva de 35 cm entre líneas.
“El distanciamiento entre cuerpos y el uso de barrerastrojos nos dio buenos resultados. Aún hay mucho por ajustar, como la densidad de siembra y la profundidad de implantación, pero es un camino prometedor”, comenta el técnico.
“Otra cuestión a evaluar es cómo es la dinámica de consumo, es decir, si los animales consumen algo del rastrojo o si seleccionan únicamente el verdeo”, advierte Cerrotta. Por el momento, la estrategia es pastorearlos de forma parcelada, con alta carga instantánea.
Tecnología para digerir lo indigerible
Otra de las estrategias a la que venía apostando la Chacra es a la confección de rollos con parte de los rastrojos. En el caso de maíz o trigo se recolecta hasta un 30% del rastrojo con ese fin, mientras en soja, ese porcentaje puede llegar al 60%. Estos rollos también se aprovechan como forraje para vacas de cría o terneros en recría. Una vez retirados los rollos, los restos que quedan en el lote (entre 8 y 12 tn MS en el caso del maíz) también son aprovechados por los rodeos.
Pero cómo optimizar el aprovechamiento de rastrojos de baja digestibilidad como los del maíz o trigo? En este punto, los productores apostaron al uso de suplementos multienzimáticos en la dieta de los animales que consumen estos rollos de rastrojos. Se trata de aditivos que mejoran la digestibilidad del material fibroso, permitiendo no solo que la vaca lo consuma, sino que gane peso haciéndolo. Tal es así que permite confeccionar dietas compuestas de hasta un 70% de fibra de rastrojo de maíz.
“Una vaca sola no puede aprovechar un rastrojo de maíz por su alta relación carbono-nitrógeno. Pero con este suplemento, logramos no solo consumo, sino mejoras en condición corporal y preñez”, cuenta Jorge Mazzieri, productor miembro de la Chacra, que hoy logra duplicar la carga ganadera en los montes donde pastorean sus vacas gracias a esta integración.
“Gracias a estas estrategias que seguimos ajustando, hoy trabajamos con volúmenes de cobertura muy bajos al momento de la siembra, sin haber movido el suelo. Eso nos permite cuidar los aportes radiculares y el secuestro de carbono, mientras integramos la producción forrajera y ganadera”, resume Mazzieri. (Fuente: Aapresid)